Aunque todo es posible y se puede pasar de uno a otro tipo, mucha gente, acaso la mayoría, tirar para un tipo o para otro. Hay personas a las que es imposible sacarle de un menú tradicional como el que podrían comer en casa de sus madres, eso sí con más platos e ingredientes de muy buena calidad y hay otros a los que en cambio les gusta probar cosas nuevas y cuando salen fuera precisamente buscan degustar algo que no tenga nada que ver con lo que comen en casa cualquier día. Este tipo de personas además de la comida buscan lugares de calidad estética no sólo en la presentación del plato sino en la decoración de la mesa, del local, el vestuario de los camareros.
En el primer grupo el listado de restaurante con el que uno puede reencontrarse con la seguridad de que el menú no va a fallar y nos va a gustar, es muy amplio y se puede encontrar un buen restaurante de este tipo en casi todas las localidades, el Gaztelu en Errenteria o el Goiegi en Lasarte. El segundo tipo también es cada vez más amplio y variado ya que pueden alternan la cocina fusión, la mezcla de nacionalidades en la carta y como no, nuevas tendencias en muchos casos absurdas como el briner (hacer el desayuno en la cena, muy de moda en Nueva York y sí, seguramente llegará aquí ) o el Brunch, otra importación americana que consiste en unir el desayuno y la comida el fin de semana cuando uno se levanta tarde, cansado y con resaca las más de las veces y tiene hambre pero ni es hora de desayunar ni de comer. El Brunch, bastante asentado ya por estos lares, se puede tomar en sitios como La Madame en Donosti que por 18 euros te ofrece, un desayuno y dos platos uno salado y otro dulce, o en el café Baluarte de Pamplona.
Y tú ¿qué prefieres?
Plato del restaurante moderno y triunfador Abaco en Huarte