Autor: Prof. Argisay Molina (Bambinu)Olo Oshunwww.yorubauniversal.blogspot.comargisay22@gmail.comFacebook: Arabambi Kawo / Yoruba UniversalInstagram: Yoruba_Universal
Hay una reflexión de carácter urgente en este momento histórico en torno a las tradiciones y costumbres, aunque pareciera un tema de respuesta tácitas debemos analizarlo a profundidad para poder entender ese fenómeno que denominamos “Casa de Santo” o “Ile Osha”.
Debido al auge de los diversos tratados post años 60 se ha generado un fenómeno de estudio y practica que perdió su ancla natural, esta ancla natural era la orientación de un mayor que aprendió de otros mayores, básicamente la enseñanza oral. Aunque no lo veamos directamente debemos comprender que el proceso educativo, de trasmisión de secretos, costumbres y tradiciones es la piedra angular del proceso de enseñanza, en este proceso es que se trasfieren, se comparten, se viven y se practican las tradiciones y costumbres entre los Oloshas mayores y los mas jóvenes, todo este proceso es básicamente lo que asegura la configuración a futuro de lo que llamaremos “Casa de Santo” o “Ile Osha”.
Muchas veces cuando hacemos alusión a lo que es un “Ile Osha” la respuesta inmediata está relacionada con las jerarquías y funciones de quienes son parte de estos espacios, claro esta que para que exista un Ile Osha deben existir una serie de miembros con funciones y jerarquías, sin embargo, quizás hay dos elementos que siempre se nos escapan de vista, que son medulares, que son los que le dan sentido y funcionan como brújula ancestral, estos son evidentemente la relación con Orisa que pudiésemos denominar como Fe , a su vez las tradiciones y costumbres que proceden de nuestra rama ancestral de iniciación en orisha.
Tradiciones y costumbres, las columnas de un Ile Osha
Nuestra práctica afrocubana que se conoce como regla de Osha es una gran mezcla de una gran variedad de tradiciones de distintas tribus, es por ello que la práctica de regla de Osha no es totalmente homogénea. Por ello es de esperarse reajustes, reconfiguraciones y recreación de rituales con muchas novedades. Por otra parte, se deja claro que no existía manuscrito alguno que fungiera como elemento direccionador y organizador de la práctica de Osha. Aquí debemos detenernos y aceptar que en principio no existió manual alguno que dicto o estableció procedimientos litúrgicos, los cabildos fueron los espacios que sin duda alguna servían de espacios reguladores y restablecedores de las prácticas litúrgicas y culturales relacionadas con Orisha. Por lo tanto, el manual es una novedad que trata de normar lo que se hizo desde hace más de un siglo, ¿un sin sentido no creen?
Cuando hacemos un ejercicio de pensar como se ha recreado nuestra práctica afrocubana y a su vez como se adaptaron y reconfiguraron la diversidad de procesos consagratorios, nos encontramos de inmediato con una realidad indiscutible, aplastante y deslumbrante, no es otra que todos estos procesos litúrgicos tanto de Ifa y osha fueron reconstruidos desde la sapiencia y habilidades de los fundadores africanos llegados a Cuba.
Estar consciente de las realidades de transformación y adaptación de nuestra práctica Afrocubana nos hace valorar todo el legado que fue recreado por nuestros fundadores y fundadoras en el marco de la esclavitud, un panorama general del inicio lo plantea Jorge Luis Sánchez de la siguiente manera:
“Orishas y negros, dentro del reducido espacio del cabildo, se las arreglaron para engendrar una sabia actitud de resistencia, la que fue vital para que la incipiente práctica sobreviviera, sobre todo, al tener implícita esta religión una fuerte expresión de acento cultural. Más que defender, había que cuidar ese espacio religioso que les devolvía una parte importante de sus valores y de su identidad, aparentemente irrecuperables.
En aquellas primeras consagraciones no existía la especialización. Todos aportaban de acuerdo al nivel de conocimientos. Nadie era el Animalero, ni el Osainista, ni el Oriaté como lo conocemos hoy. Cada quién hacia lo que sabía y de paso aprendía del otro. Era usual que, en el Igbodú, el día del Kari Osha, lo que hoy hace un Oriaté, en aquellos años lo hacían tres ó cuatro individuos. Era normal que el itá lo hiciera una quinta persona, pero antes, el nangareo lo hizo una sexta.
Pasaba que, en plena ceremonia, los orishas bajaran a través de sus caballos, y además de los vaticinios, indicaran como proceder. Muchos se guiaron por un sencillo axioma: Con la ayuda de los propios Orishas, frente a una necesidad ha de encontrase una respuesta. Eso sí, las experiencias positivas se consolidan y se van generalizando sin quebrar la férrea discreción.”
Sin duda alguna el Cabildo será la célula multiplicadora y recreadora de nuestra práctica, las especializaciones del trabajo en el cuarto de santo o digamos los cargos o rangos serán resultantes de del mismo proceso de adaptación, esto es un valor agregado de tiene una importancia vital de entender entre los sacerdotes y sacerdotisas de Osha e Ifa afrocubanos, los mismos fueron resultado de nuestro propios procesos y adaptados a las nuevas realidades, es por ello que no puede ser idéntico a las formas de organización ceremonial de tierra Yoruba. Es nuestro propio sistema con nuestros propios rasgos particulares y bien singulares por lo tanto es nuestro patrimonio como continuadores de estas tradiciones y prácticas.
Posteriormente a las realidades de los cabildos se establecieron las conocidas ramas de Osha y los Ile orisha o casa de santo, en necesario señalar que cada rama tenia elementos propios, costumbres propias que los diferenciaban de otras ramas, aquí es donde queremos hacer especial énfasis, y este énfasis es debido a que cada olosha tiene la responsabilidad de comprender su legado ancestral, debe comprender las tradiciones y costumbres que corresponden a su rama de orisha, el conocimiento de estos elementos son los que hacen que las columnas que sostienen su Ile Osha sean realmente duraderas y fuertes.
Para citar algunos ejemplos históricos que perfilaron las tradiciones y costumbres de cada rama podemos señalar una olo Obatala africana conocida como abbita, ella solo consagro a una persona en Orisa y participo como oyugbona en otro, ella comenzaría la rama de donde desciende “la niña” Montes de Oca Osha Inle, por ello la segunda en esta línea ancestral es Damiana Acosta Ilekun, su consagración fue extraordinaria fuera de lo común citaremos dicho relato:
“Primero fue Damiana Acosta a principios del siglo XX. Entra al igbodú como hija de Oshún y sale como alá Agayú. Por primera vez se da en Cuba Oshún con oro para Aggayú… Dos aportes fundamentales generan estos dos asientos. Damiana, a partir de su propia experiencia, a todos sus ahijados alá Aggayú, les hace este Orisha a través de Oshún y no de Changó, sobre todo después que Munda Rivero le ajusta algunos elementos que faltaron en sus ceremoniales.”
Con esto dejamos claro que básicamente con este hecho histórico que sucedió en el marco de nuestra ascendencia religiosa que fue donde por primera vez se consagro Oshun con oro Agayu, esto a lo largo de la historia quedara como una de las maneras de ejecutar la consagración de esta deidad. Cabe destacar que esto sucedió a principios del siglo XX
Otro elemento histórico que perfilo las tradiciones y costumbres de la regla de Osha en Habana y de esta rama en específico es otro hecho protagonizado Una vez más por Damiana Acosta le toca asumir el rol de madrina y consagrar a una persona en los secretos de oricha, le llega el momento de consagrar Yemayá a la señora Margot Ponce, citaremos lo sucedido en su consagración:
“Todavía se recuerda a Margot Ponce Urgate, la que en 1905 hace Yemayá y fue Babalú Ayé quién se presentó en el asiento para exigir una cabeza que era suya. Hubo que salir a buscar a la única persona capaz de resolver el conflicto: Ña Pilar Fresneda, la que se ocupó debidamente y puso al Orisha de las enfermedades donde tocaba…”
Desde ese momento la historia de nuestra practica conocerá a Margot Ponce como Margot San Lázaro y también Es así como surge o se comienza a aplicar en nuestra practica la consagración de Yemayá oro para san lázaro.
Aquí tenemos un ejemplo claro de las maneras de proceder para la consagración de determinador orishas, en este caso Agayu y Azojuano, cabe destacar que el tema de agayu ha sido muy controversial y entre los mismo Oloshas existe un debate de hacer oro o hacerlo directo. Sin embargo, en este caso debemos apelar es a las tradiciones y costumbres de nuestra rama de Osha, es por ello que todo termina volviéndose un hecho de antojos y caprichos en este momento y como muchos no tienen claridad de su rama de Osha pues terminan aventurándose en una serie de practicas que se amparan en manuales de ifa o sencillamente no corresponden a su rama de origen. Es en este punto donde queremos hacer énfasis en torno a cómo podemos proceder.
La necesidad de que recordemos este hecho histórico es para que entendamos que ciertamente la práctica habana de la cual fue precursora Latuan y Efushe es la más difundida y más numerosa quizás. Sin embargo, debemos entender que ni siquiera en Cuba hay homogeneidad en cuanto a las formas y prácticas litúrgicas, esto nos remite directamente al hecho de las costumbres y tradiciones de cada Ile orisha que ha construido a través del tiempo. he aquí un elemento histórico que nos da cuenta de ello, por ello debemos entender estas diferencias antes de emitir un juicio de ello. Voy a citar una diferencia ritual que podría producir polémica, esta fue producto de una entrevista realizada a la señora Regla Marcela, esta entrevista es tomada por Oduafunmi para hacer un análisis al respecto acá le mostramos fragmentos de ello:
“Nosotros somos de la tierra ẹ̀gbádò y aquí se mantienen nuestra regla y raíces; los santos que se hacen en ẹ̀gbádò son santos bien coronados; eso que andan diciendo por ahí que lo ẹ̀gbádò es un invento, es pura mentira, debido a que fue lo primero que llegó aquí a Cuba, por esos viejos; así fue que entró la òòşà en esta tierra, después, allá en la Habana, hicieron cosas que no era eso, es otra religión diferente a lo que trajeron los viejos, pero lo que se conocía aquí en las provincias era ẹ̀gbádò y no eso de poner todos los santos a la cabeza, eso es una locura”.
“Nosotros sólo damos caracol y piedras. Eso de las cargas no existe. Tampoco hacemos eso que llaman agbọ̀n, no ponemos ninguna viandas. Pero usted lo hace así en su país y le dicen que usted está loco… y que hace ajiaco, pero yo le digo que Fermina Gómez, ni sus ahijados hacían agbọ̀n eso es un invento. El único santo que lleva agbọ̀n en la tierra es San Lázaro. Eso lo hacen la gente de la Habana, pero Olókun es de tierra matancera”.
Teniendo en cuenta que Fermina se considera como la principal difusora de Olókun en la isla, es de suponer que se agregó a posteriori.
Otro detalle importante y determinante en la transformación de los ritos es la presión social.
La santería siempre ha sido una religión de chismes. La censura y el boicot fueron armas habituales de ciertos mayores que, por ortodoxia o malicia, descartaban todo lo que no entrara en sus patrones de corrección.
Muchas personas cedieron a la presión, incluso cuando originalmente no los consagraron así, por temor al ostracismo religioso y al qué dirán. Si tienes mala fama no te levantan y si no te levantan no ganas dinero.
Por eso, la inmensa mayoría de los practicantes se van con el último grito de la moda y no mantienen los usos de sus àgbà (aunque los sacan de bandera cada vez que quieren probar fuerzas, anotando años en sus calendarios…).
Por esas mismas presiones o modas se ha perdido virtualmente el Oòduà de òòşà.
Cualquiera que escuche que este olokun no lleva el agbon o como se conoce popularmente Awan entonces saldrán a señalar cual evangélico y decir que eso está mal etc. Todas estas diferencias son producto del hecho histórico que señalamos no lo olvides.
En el marco de este análisis rápido para contextualizar ¿cómo nace nuestra práctica?, La complejidad de sistematizar manuales dentro la regla de osha afrocubana frente a lectores y lecturas que no conversan con la realidad concreta. Pues esta afirmación nos lleva a problematizar en el fondo a una afirmación anterior, recurrente y en boga, “eso está escrito”, “eso nace en “. Esa necesidad moderna de argumentar todo con tratados de Ifa sencillamente nos está llevando a que poco a poco asesinemos las tradiciones y costumbres que son mas antiguas y legitimas que cualquier escrito nacido a mediados de los años 60. Eso es algo que deben tener en cuenta los Oriate tani Odun actuales tratado no mata tradición, deben tener eso claro.
Para las mentes más simples seria quizás lo mejor que podría suceder, la homogenización de la regla de osha, hemos visto que un rasgo característicos de la adoración a Orisha tanto en tierra Yoruba y en Afrocuba, Brasil es heterogénea diversa, múltiple y tiene sus singularidades, estas particularidades no son producto de caprichos de los Alagba Alagba de nuestra practica afrocubana, estas particularidades son rasgos heredados de los orígenes culturales de nuestros fundadores, llegados a este punto espero que hallas comprendido que la Homogeneidad Litúrgica es la reforma más atolondrada y cateta que puede acabar lapidando nuestras raíces y rasgos culturales más importantes afrocubanos.
Es en este contexto como nos encontramos con una diversidad de textos que no poseen una autoría, sin embargo, quizás lo más irresponsable es que dichos textos establecen operaciones litúrgicas a modo de recetas uniformes he allí uno de los grandes escollos de la difusión viral de estos escritos.
Sin embargo, hasta este momento los genios de las directas en las redes sociales sacan tratados y escritos hechos a máquina de escribir como si fuesen reliquias históricas escritas de nuestra liturgia. ¿Tú también has sentido que insultan tu inteligencia cuando te muestran los papeles hechos a máquina de escribir como si fuesen hallazgos arqueológicos de las bases litúrgicas de Osha e Ifa? Claro que debes sentirte insultado, es un tema sencillo que tiene sus registros históricos, la máquinas de escribir es un invento de mediados de 1800, en Cuba se registra el primer documento a máquina en el año 1887 y la primera oficina pública con una máquina de escribir fue la oficina de ferrocarriles en el año 1890, esta máquina fue enviada desde New York, entonces digamos que podían existir en este periodo unas 3 o 4 máquinas de escribir en toda Cuba , luego se crean en 1903 una serie de academias de mecanografía, entonces a principios de 1900 apenas veremos como la mecanografía comenzara a desarrollarse , sin embargo la existencia de la máquina de escribir no es solo el elemento necesario también es necesario una persona capacitada en el ámbito de la mecanografía y que además debe saber leer y escribir para desarrollar tal tarea.
Para 1900 la población de cuba era un poco más de millón y medio de habitantes, de esos más de cuatrocientos veinte mil eran de Habana y recordemos que será en 1940 donde se ejecutará el primer plan de alfabetización masivo en toda la isla, donde se estimaba que el 20% de la población no sabía leer ni escribir.
Es por ello que la mayoría de papeles mecanografiados de manuales, de tratados o como quieran llamar serán de mediados de los años ochenta donde se había extendido la educación básica y se había erradicado el analfabetismo en Cuba. Por favor no sigan insultando nuestra inteligencia con papeles mecanografiados como máximo tendrán 40 o 50 años de existencia.
La introducción de ceremonias previas en la práctica de Habana
Las ceremonias previas a la consagración de un olorisha como condición indiscutible viene dada por la introducción de los manuales y a su vez la reconfiguración que sufre la práctica de osha en Venezuela, entre las costumbres de mayor dispersión de la práctica afrocubana específicamente las de Habana se acostumbró hacer ceremoniales previos a los denominados guerreros llámese Elegua, Ogun y Oshosi y los Olo Oya, sin embargo en Matanzas se realizaban ceremoniales previos a todas las consagraciones, podemos ver cualquier persona consagradas sin ningún tipo de ceremonial previo , sin embargo con el auge de los manuales veremos una gran diversidad de ceremoniales previos que comenzaran a surgir para todas las consagraciones incluso ceremoniales previos que se ejecutan aparate de los ceremoniales previos que se acostumbraron a hacer normalmente.
Es un elemento de sobre ritualización de las consagraciones de Orisha, es sin duda una reforma contemporánea a las consagraciones, más allá de eso lo que quizás genera un gran debate y discusión es que las personas adeptas a los manuales son capaces de condenar y vetar la consagración de una persona si no posee las consagraciones que dictamina un manual determinado.
Con respecto a los ceremoniales previos de un Oni shango y su confusión en los manuales señalaré los siguientes puntos:
1. Existe una confusión digamos o una mala concepción con respecto a quienes son Oranmiyan y Oranife o Oranfe, en la línea de sucesión de los Aláàfin nos encontramos con Oranmiyan que ocupó el puesto de Aláàfin de Oyo, esto nos dice claramente que Oranmiyan fue el padre de Shango y de Ajaka, Ajaka por ser mayor que Shango le toca asumir el puesto se Aláàfin antes que Shango, entonces pues en un primer momento vemos pues que Shango es el hijo menor de Oranmiyan, por otra parte Oranfe es también el nombre del Irunmole D'jákùta mejor concoido como Jakuta, entonces estamos hablando de que estos personajes uno es el padre de Shango y el otro es un irunmole, ahora los tratados modernos de ifa nos dicen que estos dos personajes son los hermanos de Shango lo cual es erróneo.
2. Teniendo claro quiénes son estos dos personajes llámese Oranmiyan y Oranfe no tienen relación alguna con el sustento de la ceremonia previa descrita en los manuales donde se señala de manera obligatoria ejecutar este ceremonial para que estas sombras no perturben al Oni Shango, allí es donde yo les pregunto, ¿cómo el padre de Shango va a perturbar a su propio hijo? ¿Como D'jákùta o Oranfe será un obstáculo para Shango si D'jákùta fue con quien pacto Shango ya en vida? Este tipo de distorsiones y falta de conocimiento son las que ponen en tela de juicio este tipo de cosas
3. Si el ceremonial previo de Oranfe y Oranmiyan tuviese una base más clara quizás fuese más lógico y no tuviéramos este tipo de debates.
4. La ignorancia de los orígenes de nuestra práctica hace que se tomen actitudes excluyentes, vejatorias y fanáticas al respecto ya que gran parte de los defensores de los manuales señalan que un Oni Shango que no se le haga la previa de Oranmiyan y Oranfe está incompleto y debe pasar a ifa porque si no será perturbado por estos personajes, cosa que parece un acto terrorista para obligar a todos que pasen por dicho ceremonial.
5. Como ultimo punto y no menos importante todos los Alagbas y muchos de ellos que aún viven y pueden dar fe de ello ninguno pasó por estos ceremoniales previos para consagrarse en Shango, en Oshun o Yemaya. Esta nueva tendencia es básicamente producto de la adopción de manuales de ifa que están terminando por acabar con la genuina ancestralidad de nuestra tradición afrocubana.
Este tipo de temas son la muestra de cómo la irrupción de los manuales logró transformar una práctica que se venía haciendo sin dichos ceremoniales y termina pues sobre ritualizando el ceremonial de Shango de la tendencia habanera.
Quizás el punto más importante de este detalle ceremonial es que a estas alturas de nuestra practica Afrocubana ambas formas de proceder persisten, con previas y sin previas, aquí nuevamente lo que debe orientar el hacerlo o no hacerlo es la costumbre de casa.
Nuestras tradiciones y costumbres son nuestro propio Isese
En este momento se ha puesto muy en boga la necesidad de entender como referencia para legitimar y deslegitimar las tradiciones y costumbres que se han construido en la tradición afrocubana, ciertamente son tradiciones que son producto de una gran mezcla, sin embargo son estas tradiciones y costumbres los elementos que configuran nuestra tradición afrocubana con sus propias formas y procedimientos, evidentemente que la raíz de todo ello es la tradición Yoruba que llego a América a través de la esclavitud, entonces aquí debemos tener en cuenta dos elementos importantes:
1.- Nuestras tradiciones y costumbres son de raíz africana indiscutiblemente.
2.- Con el paso del tiempo estas tradiciones y costumbres se adaptaron mediatizadas por la fuerza, las mezclas, la necesidad de supervivencia y un sinfín de elementos para dar vida a lo que conocemos como la regla de osha afrocubana.
Es de esta manera como los Oloshas debemos prestar especial atención de nuestros orígenes, nuestras tradiciones y las costumbres que establecieron los mayores que nos antecedieron, de esta manera podremos entonces entender nuestra identidad ancestral en el marco de nuestra iniciación afrocubana.
Todos estos elementos son los que posteriormente nos servirán de brújula para construir nuestro Ile orisha, el cual debe estar cargado y bien definido con todas las practicas y tradiciones propias de nuestra rama.