Porque...
La señora que ha de regir la educación de toda una Comunidad Autónoma de ese estado que me niego a mencionar con palabra alguna que implique el uso respetuoso de una mayúscula, esa señora que, en función de la información incluida en su nombre (al que añadiré un segundo apellido, Bosch, también de indudable raíz catalana) debería emplear y conocer la lengua catalana o mallorquina o valenciana o como quiera denominarse, pero lengua al fin y al cabo en la que algunos tendemos a entendernos, esa señora a la que algunos más maliciosos recriminarían un aspecto poco dinámico y poco de simpatizar con ciertos sectores más radicales de la juventud, esa señora que, insisto, determinará cómo sea la formación de un número nada despreciable de ciudadanos, es incapaz no solo de saber lo que es el informe PISA (informe que cualquiera que haya tenido hijos escolarizados en la última década sabe perfectamente que evalúa ciertas aptitudes de manera objetiva y comparada a nivel del continente europeo), no solo de eso, sino igualmente incapaz de reaccionar en medio de un discurso y saber que la palabra PISA, puesta a toda prisa y de cualquier manera y sacada de contexto, es traducida automáticamente al catalán teniendo en cuenta su acepción como tercera persona del singular del presente del verbo pisar (que es de la primera conjugación, e, intuyo regular), por la palabra equivalente TREPITJA. Perdiendo por tanto su condición de acrónimo de una serie de iniciales que no me voy a molestar en buscar, pero permitiéndome, además de otro post precipitado y davidfosterwallaciano, una sonora carcajada ante la inutilidad de los políticos, carcajada que progresivamente se hiela al pensar en que, por lejos que considere a esta inútil, está mucho más cerca de lo que parece. Dos veces le sucedió, sin reacción ni explicación inmediata o posterior.Sabiendo como sé de quien ha hecho una carrera profesional del hecho de limitar los intercambios orales en inglés al extremo mínimo de sólo relacionarse por escritos y aventurar las interpretaciones al errático y caprichoso designio del Google Translate.