Bueno, ciertamente no se le puede exigir exactitud a una adaptación literaria al cómic, en tanto se trata de una traducción intersemiótica [1], condicionada por las limitaciones que impone al traductor la interacción entre texto e imagen, a la que termina finalmente subordinada [2] en tanto no ofrece mayor dificultad sustituir el contenido de un bocadillo, más allá de adaptar su extensión según el caso, pero ningún editor estará dispuesto a modificar el dibujo. Como resume Carmen Valero, "La interrelación texto/imagen que se da en este tipo de publicación exige una lectura y una traducción diferente, puesto que nos encontramos con dos niveles inseparables, el significado de cada uno de los cuales depende del otro" ("La traducción del cómic: retos, estrategias y resultados", en Trans: Revista de traductología, 4, pp.75-88, 2000) [3].
Pero, si bien es necesario tener todo esto en cuenta, a veces la creatividad del traductor va más allá del cumplimiento de sus obligaciones.
Dos de los títulos coinciden con los intereses de nuestro blog: Viaje al centro de la tierra de Julio Verne (Joyas literarias juveniles #21, 1971), con guión de Víctor Mora y dibujos de Luis Casamitjana (la soberbia portada es de Antonio Bernal), y El mundo perdido de A.C.Doyle (Joyas literarias juveniles #257, 1982), que adaptó para las ilustraciones de José García Pizarro el guionista Juan Manuel González Cremona, continuador de Mora en El corsario de hierro y sucesor de José A.Vidal como guionista principal de las Joyas literarias juveniles desde 1977.
No se nos ocurre otra justificación del bocadillo de González Cremona que remarcar la ausencia de peligro para mayor tranquilidad de nuestros exploradores: no es ya que los iguanodontes sean inofensivos, es que de puro buenos son “muy tontos”. Por otra parte, debe reconocerse la perfecta sintonía del dibujo de García Pizarro, que ilustra a los ornitópodos con las patas delanteras caídas en un ángulo cómico y con cara de bobalicones.
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[1] Conforme a las teorías de R.Jakobson, que influyeron decisivamente en los primeros trabajos consagrados a la traducción de cómics en los 70. Rodríguez, Paco: Traducción, traductología e historieta, en Tebeosfera, 3ª época, 7, Sevilla, 2018.[2] Véase Spillner (1980) o Roberto Mayoral y Dorothy Kelly (1984) en Op.cit.[3] En Op.cit.[4] "Oui! le premier de ces monstres a le museau d’un marsouin, la tête d’un lézard, les dents d’un crocodile, et voilàce qui nous a trompés. C’est le plus redoutable des reptiles antédiluviens, l’ichthyosaurus!"