Tráfico de especies en España, el negocio redondo de muchos

Publicado el 22 diciembre 2020 por Asfixiando El Contrabando @StopContrabando

El tráfico de especies en nuestro país es un tema del que muy poco se habla, sin embargo es un gran causante de la pérdida de biodiversidad, además de ser un aliciente tremendamente atractivo para todas las mafias que se mueven a oscuras en el mundo de los negocios ilícitos.

España desempeña un papel importante en materia de tráfico de especies, funcionando como la puerta de entrada que permite a Europa y gran parte de Asia hacerse con pieles de reptiles,  tortugas, pájaros, monos y otros animales exóticos que podrían considerarse parte fundamental de nuestro ecosistema. Hoy en día, nuestro país destaca además por ser pionero en iniciar un comercio de anguilas hacia China y demás países orientales.

De acuerdo con la WWF, los números del comercio ilegal en España han ido en aumento durante los últimos años. En el 2018 se alcanzó a intervenir más de 3.300 especímenes (partes o hábitats vivos) al año. La transgresión en materia de flora y fauna es mucho más común que el contrabando de drogas, tabaco y armas, sin embargo, las campañas para erradicar este tipo de práctica tan maligna para nuestro país, son mucho menos frecuentes. Esta actividad ilegal mueve en España entre ocho y veinte millones de euros anuales, haciendo que seamos el principal país de Europa en donde converge el tráfico de pieles reptiles.

¿Cuáles son las especies que más sufren el tráfico ilegal en España?

Al ser la puerta de entrada a Europa, España se ha convertido también en un país ideal para la proliferación de este tipo de delitos. Todos los días llegan a través de mar y aire, infinidad de especies exóticas provenientes desde el continente americano para ser distribuidas en países aledaños y vecinos. España, se ha convertido en la gran sala de espera del tráfico de especies.

En la actualidad, pese a la situación acaecida con respecto al Covid-19, el tráfico de especies sigue sin mermar sus cifras, situación que pone en riesgo epidemiológico a nuestro país. Para ser cómplice de estas acciones delictivas, no necesariamente debemos ser traficantes. La compra de un inocente souvenir por ejemplo, hecho en material de piel de conejo o piezas ornamentales para el cabello hechas de marfil, en su mayoría proceden del negocio del tráfico de animales.

De acuerdo con el último informe de la WWF, las especies que más sufren el tráfico ilegal en nuestro país, se encuentran las siguientes:

  • Reptiles, por su piel para la confección de zapatos y vestimenta.
  • Tortugas para extraer piezas de carey de su caparazón.
  • Aves exóticas, loros, cacatuas, tucanes y guacamayos que son altamente buscados para servir como animales domésticos o de compañía.
  • Monos tití, quienes por su peculiar apariencia resultan “atractivos” a los ojos de los contrabandistas que desean venderlos para ser criados en domicilios particulares.
  • Anguilas, para abastecer a las mafias asiáticas de manjares exquisitos.

El internet y la venta de especies exóticas

El uso de  internet para actividades delictivas es un gran estigma con el que aún cargamos. Aunque internet ha aportado una cantidad innumerable de beneficios para nuestro avance como sociedad, aún nos queda mucho por avanzar en este camino.

Cada día es mayor la cantidad de portales ilegales en donde se vende cualquier tipo de especie en peligro de extinción. Por unos cuantos euros puedes comprar anónimamente desde la deep web  casi cualquier animal de forma ilegal. El real peligro de esta situación, es que no solamente se puede contrabandear animales en perfecto estado de salud, sino que también puede haber ejemplares que, tal vez por su condición de ilegalidad, arrastren algún tipo de enfermedad que pueda poner en riesgo la salud de las personas que realizan la “compra” de los mismos.

Si navegas frecuentemente por internet, recuerda que ante cualquier anuncio o indicio de tráfico animal, debes hacer tu denuncia a las autoridades competentes. Luchar contra el contrabando y tráfico de especies es tarea de todos juntos, no de unos pocos.