Traiciones, mentiras, linchamientos y desunión

Publicado el 26 septiembre 2019 por Msnoferini

Que lamentable espectáculo el linchamiento torticero al que están sometiendo al señor Iñigo Errejón en las redes sociales por parte de quienes supuestamente son militantes o simpatizantes de Podemos. Un linchamiento en cual hasta se le echa en cara los pecados y cargos ocupados por su padre, algo a lo que no se le había dado importancia mientras fue un niño bueno y permaneció en el nido, al igual que le ocurrió a Ramón Espinar. Que al antiguo número dos de la formación morada se le tache de traidor o Judas por no comulgar con la forma en que se hacían las cosas en el que fue su partido e irse, como hicimos muchísimos, pero en su caso creando un nuevo proyecto, no me parece que justifique parte de lo que se le está diciendo, pues de traiciones y mentiras en la dirección de Podemos no se está libre de culpa. Me explicaré.

Cuando entramos a militar de manera participativa en Podemos, como supuesto proyecto político heredero del 15M, muchos/as lo hicimos movidos por algo más que su discurso fresco y esas caras nuevas que nos invitaban a ser partícipes de esa conquista de los cielos, en un momento complicado de la historia de este país. Buena parte de los militantes y/o quienes lo fuimos lo hicimos movidos por una serie de promesas de lo que supuestamente iban a ser los principios de Podemos, principalmente en lo relativo a la organización.

Se nos prometió transparencia, plena participación en un partido que se autodenominaba asambleario, transversalidad –dejando al margen los evidentes ideales sociales y progresistas de la marca-, una total horizontalidad entre la militancia, y una concepción organizativa federalista. Principios todos ellos muy nobles y atractivos que a la hora de la verdad casi nunca se cumplieron. Podemos o quienes lo dirigían traicionaron nuestra confianza. Sin olvidar los cambios de criterio en algunos temas, importantes temas, como podría ser el rechazo/apoyo/rechazo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del estado en Catalunya.

Podemos, de la mano del señor Iglesias y de todos los palmeros/as que incapaces de hacerle ver sus errores y desnudez, como si del famoso cuento de Hans Christian Andersen se tratara, no cumplió con sus promesas pero para algunos/as él sigue siendo su becerro de oro, que lejos de ser cuestionado ha de seguir siendo venerado. Sin olvidar a buena parte de esa muy necesaria masa crítica en este tema han sido muy buenos viendo la paja en el ojo ajeno, pero incapaces de ver la viga en el propio.

Personalmente no sé sí en las próximas elecciones votaré, y si lo hiciese no veo claro de hacerlo por el partido del señor Errejón, pero lo que sí sé es que no me gusta la crítica gratuita y menos el no respetar la presunción de inocencia o de buenas intenciones de quienes pudieran estar tras este nuevo proyecto político.

La unidad de la izquierda bajo unas mismas siglas es cada día más difícil, pues a nivel interno en el propio Podemos ¿quiénes de aquellas/os que militan o militamos no ha sido o fue partícipe o testigo de las discrepancias y conflictos internos entre las diferentes facciones o grupúsculos que lo integran, y la siempre difícil relación con esas supuestas fuerzas hermanas con las que hemos concurrido en alguno de los diversos procesos electorales de estos últimos años?

La posibilidad de unir a la izquierda bajo unas mismas siglas o plataforma es ya un quimera, a día de hoy la izquierda sólo podrá juntarse, respetando sus propias marcas e ideales, si fuésemos capaces de ser más tolerantes y olvidar lo que nos diferencia para centrarnos única y exclusivamente en el objetivo –como hace la derecha-, y el objetivo no debería ser otro que la lucha contra este salvaje neoliberalismo capaz de llevar a la ruina al proletario en su constante búsqueda especulativa de beneficios, así como trabajar para garantizar y mejorar nuestros derechos y libertades.

MSNoferini