Las previsiones para el sábado nos habían preparado para una mañana húmeda, agua y barro, gris y verde, sin embargo el día nos regaló mucho azul para acompañar el verde de las cercanías de la urbe, eso sí, sin librarnos del barrizal en algunas zonas donde se trabaja en la futura 3ª ronda de la ciudad. Uno de los compañeros había pedido “al menos 3 horas a ritmo de ultra” y, dicho y hecho, tras salir desde el Campus Universitario de Elviña fuimos cumpliendo por el Castro de Elviña, la falda de A Zapateira, Feans, Mesoiro… hasta la cantera de Morás desde donde descendimos hasta acabar saliendo a la senda paralela a la autopista, el “subeybaja” continuaría en dirección a la cantera “do Moucho” por donde pudimos ver, curiosamente en la poca zona industrial que pisamos durante la mañana, un fugaz conejo que por allí correteaba aprovechando que hoy no era jornada laborable, curiosamente, porque en gran parte del recorrido lo que sobran son evidencias de la presencia de tan simpático roedor sin que llegásemos a divisarlo. Continuamos por los altos del polígono de Vío, justo enfrente del Quinto Pino, en busca de un camino que nos permitiese librar la carretera que nos separaba del embalse de Meicende, tras driblar toxos, xestas y silvas no hubo más remedio que cruzar el asfalto para recuperar el piso de tierra hasta alcanzar el paseo del citado embalse, asfaltado para nuestra decepción, continuando hacia O Petón y el centro comercial Marineda City, por donde practicamos algo así como trail-shoping. Ya solo nos separaba de nuestro destino, que no era otro que el punto de partida, el alto de As Rañas que superamos andando a buen ritmo, para después volver a embarrarnos en la zona de obras y nuevamente rodear el antiguo hogar de nuestros antepasados del Castro de Elviña. La habitual charla y estiramientos pusieron punto final a una mañana bien aprovechada en la que los 21,5 km de trail pusieron en evidencia la excelente forma de Paco con sus “five-fingers”, el buen estado de Manuel y Borja,... y mi pobre estado que, a falta de 2 meses del gran reto planteado va dejando entrever que el plan A (Ultra Mitic 112km) será para mi algo inalcanzable, el plan B (Celestrail 83km) todavía posible, y el plan C (trail 35km) como consolación. 2 compañeros utilizamos bastones y los 4 portamos mochilas, mas por trabajar el hábito que por necesidades logísticas, pues hemos de ir familirizándonos con su uso.
Las previsiones para el sábado nos habían preparado para una mañana húmeda, agua y barro, gris y verde, sin embargo el día nos regaló mucho azul para acompañar el verde de las cercanías de la urbe, eso sí, sin librarnos del barrizal en algunas zonas donde se trabaja en la futura 3ª ronda de la ciudad. Uno de los compañeros había pedido “al menos 3 horas a ritmo de ultra” y, dicho y hecho, tras salir desde el Campus Universitario de Elviña fuimos cumpliendo por el Castro de Elviña, la falda de A Zapateira, Feans, Mesoiro… hasta la cantera de Morás desde donde descendimos hasta acabar saliendo a la senda paralela a la autopista, el “subeybaja” continuaría en dirección a la cantera “do Moucho” por donde pudimos ver, curiosamente en la poca zona industrial que pisamos durante la mañana, un fugaz conejo que por allí correteaba aprovechando que hoy no era jornada laborable, curiosamente, porque en gran parte del recorrido lo que sobran son evidencias de la presencia de tan simpático roedor sin que llegásemos a divisarlo. Continuamos por los altos del polígono de Vío, justo enfrente del Quinto Pino, en busca de un camino que nos permitiese librar la carretera que nos separaba del embalse de Meicende, tras driblar toxos, xestas y silvas no hubo más remedio que cruzar el asfalto para recuperar el piso de tierra hasta alcanzar el paseo del citado embalse, asfaltado para nuestra decepción, continuando hacia O Petón y el centro comercial Marineda City, por donde practicamos algo así como trail-shoping. Ya solo nos separaba de nuestro destino, que no era otro que el punto de partida, el alto de As Rañas que superamos andando a buen ritmo, para después volver a embarrarnos en la zona de obras y nuevamente rodear el antiguo hogar de nuestros antepasados del Castro de Elviña. La habitual charla y estiramientos pusieron punto final a una mañana bien aprovechada en la que los 21,5 km de trail pusieron en evidencia la excelente forma de Paco con sus “five-fingers”, el buen estado de Manuel y Borja,... y mi pobre estado que, a falta de 2 meses del gran reto planteado va dejando entrever que el plan A (Ultra Mitic 112km) será para mi algo inalcanzable, el plan B (Celestrail 83km) todavía posible, y el plan C (trail 35km) como consolación. 2 compañeros utilizamos bastones y los 4 portamos mochilas, mas por trabajar el hábito que por necesidades logísticas, pues hemos de ir familirizándonos con su uso.