Los más cercanos a mí saben que una de mis perdiciones son las Suicide Girls, entre las que destacaría a chicas como Radeo, Gogo o Katherine, pero en realidad no soy un fanático de los tatuajes ni me haría ninguno. Creo que soy demasiado perfeccionista como para dejar algo escrito en mi piel durante años, así que prefiero ver cómo quedan en los cuerpos de otras personas, sobre todo si son chicas como las que he mencionado antes. Pero los tatuajes, más que una moda, es un elemento indispensable para algunas culturas y círculos sociales, cada vez más aceptados en el mundo laboral pese a que aún hoy persiste el rechazo, menos en lugares como el ejército, donde es bastante común.
Por ello creo que es interesante el documental que encontré gracias al twitter de Pliskeen, donde se hace un repaso a la evolución de esta forma de expresión corporal, desde los célebres “Mamá” hasta auténticas obras de arte, tal vez demasiado recargadas para mi gusto, pero espectaculares.
Tattoo Nation – Tráiler