‘Avatar’, la película más taquillera de la historia, la responsable de que te saquen los higadillos con las películas en 3D, y James Cameron, uno de los directores más tiránicos del mundo, son los responsables de haber puesto en el punto de mira al australiano Sam Worthington. Este actor, que entró en la academia de arte dramático por casualidad (fue a acompañar a su novia a las pruebas y le cogieron a él, lo que supuso que a la semana siguiente ella le diese con la puerta en las narices), no cuenta con el favor de la gente, más o menos lo mismo que le pasó a Leonardo Di Caprio tras hundirse junto con el Titanic hace ya casi cien años. Aún estamos digiriendo la noticia de que ‘Avatar’ regresa a los cines para sacar a la Fox del pozo en el que se está metiendo por culpa de los últimos batacazos taquilleros cuando podemos echar un vistazo a un drama protagonizado por el actor junto a Hellen Mirren. La historia tiene todos los tintes de convertirse en un arquetipo: judíos que deciden vengarse de los nazis que les hicieron la vida imposible. No es el proyecto que más me interesa de este actor, pero ahí va:
El otro proyecto es un Thriller tipo ‘Seven’ que protagonizaría junto a Jeffrey Dean Morgan, ‘El Comediante’.