El director no se deja seducir por las convenciones del "thriller", aprovecha la historia para actualizar algunos elementos de las películas clásicas del cine negro
"Todos los elementos de la película, los colores, la música, el vestuario, están diseñados para seducir, como un trance hipnótico en sí mismo. Queríamos que el trance afectara al público al igual que a los personajes" (Danny Boyle)