¿Transferencia embrionaria en día +3? o ¿Transferencia en día +5?

La transferencia embrionaria es quizás, uno de los procesos más importantes de cualquier ciclo de Fecundación in Vitro.
La elección de una correcta estrategia puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso. Así, se nos plantea la siguiente cuestión ¿Cuándo debo realizar la transferencia embrionaria en día +3? y ¿Cuándo debo dejar mis embriones en cultivo y transferirlos a día +5?
Evidentemente no existe una única respuesta ni una única estrategia y cada caso habría que valorarlo particularmente, pero a grandes rasgos, os diré que yo, como bióloga, soy partidaria de la transferencia a día +5, siempre que sea posible.
Aunque a día de hoy parece que la estrategia está bastante aceptada,  la transferencia en blastocisto (día +5) es algo que asusta tanto a pacientes como a ginecólogos, por el riesgo del No Transfer, es decir, el riesgo de llegar a día 5 de desarrollo embrionario y no disponer de ningún embrión óptimo para ser transferido. Es cierto que supone un riesgo, pero a mi modo de ver también supone ventajas.
La ventaja más evidente es la posibilidad de seleccionar aquel embrión que será transferido, con mejor criterio. La observación diaria en el laboratorio de los embriones por parte de los biólogos permite establecer, según parámetros morfológicos, qué embrión tendrá más potencial de implantación. Recordemos que el simple hecho de que un embrión llegue a desarrollarse hasta el estadio de blastocisto ya es por si solo un factor positivo.
Por otra parte, el simple hecho de poder seleccionar el mejor embrión permite realizar transferencias selectivas de un único embrión, evitando así el embarazo múltiple, un factor que vosotr@s l@s pacientes muchas veces no vivís como algo negativo, pero que nosotros los clínicos estamos luchando por disminuir.
Una aplicación práctica para elegir la estrategia de transferir en día +5 podría ser en el caso de  pacientes con varios fallos previos de ciclos de FIV habiendo transferido embriones de buena calidad en día +2 o día +3. El simple hecho de dejar evolucionar los embriones en el laboratorio nos podría, por ejemplo, indicar un bloqueo en el desarrollo del embrión a partir de día 3, cosa que explicaría la no consecución del embarazo.
Y aunque sea una ferviente defensora de la transferencia a día 5, no hay que olvidar que lo más importante es poder conseguir un embarazo, y en muchos casos donde el número de embriones disponibles es escaso, soy más bien conservadora y me decantaría por una transferencia a día 2 o día 3.
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