Siempre me han llamado la atención las tartas decoradas con buttercream. Hace tiempo me preguntaba cómo podría la gente hacer esas preciosidades con una crema que, aparentemente, era tan complicada de manejar.
A día de hoy sigue pareciéndome complicado pero, como es de esperar, con la experiencia vas aprendiendo algunos truquillos…
Hoy os voy a enseñar a hacer transfers con buttercream. Las transfers son perfectas para hacer decoraciones en tartas sin utilizar fondant. Y son muy facilitas de hacer, vais a verlo.
Cargamos cada color en un biberón o manga pastelera.
En un papel, preparamos el dibujo que queramos reproducir. OJO, si el dibujo tiene posición tened en cuenta que debe estar al revés, como en un espejo, ya que luego le vamos a dar la vuelta. Que no os pase como a mí, que al darle la vuelta al mapamundi me encontré con que Europa miraba hacia la derecha!!
Empezaremos con el contorno, y luego iremos coloreando cada pieza. Una vez hayamos terminado, cubrimos toda la pieza con el color que vayamos a usar de fondo para la tarta (en mi caso, un crema clarito).
Lo tapamos con otra hoja de papel vegetal y apretamos bien!! Parece que nos lo estamos cargando, pero ya veréis que no.
Colocamos nuestro paquetito sobre una superficie plana, y al congelador.
Para los que prefieren verlo en movimiento, os he preparado este vídeo:
Al cabo de un par de horas estará congelado y rígido. Podéis probar a levantarlo y mirar por debajo. A que ahí está vuestro dibujo?
Le quitamos con cuidado la hoja de papel vegetal de encima, y con cuidado lo colocamos sobre la tarta. Entonces retiramos el resto del papel vegetal y tacháaaan!!
Con la manga y el color de fondo podemos hacer algún adorno para disimular algún detalle que no haya quedado perfecto.
Y aquí el resultado: una elegante tarta con una preciosa frase de Mr. Wonderful. Y como colofón, un divertido dibujo del mundo realizado con la técnica de transfer que os acabo de explicar. Qué os parece?