Para conocer la historia real de España desde el atentado a Carrero Blanco hasta la llegada al poder de Felipe González, incluyendo la muerte de Franco, la legalización de partidos políticos, la Constitución y el golpe del 23F, deberá leerse necesariamente un libro cínico, vivo, divertido, tragicómico y muy documentado, titulado “La década que nos dejó sin aliento”.
Cualquier texto de los historiadores de aquellos años 1973-1982 estará dotado de datos, fechas, análisis y conclusiones, pero le faltará la visión de quien tiene un talento especial para ver el alma de los acontecimientos.
Juan Eslava Galán dispone de rayos X para captar la intrahistoria, la trastienda de los hechos, y además de sumarse a la historiografía, la rodea con una ironía zumbona tributaria de Julio Camba y de otros cronistas satíricos, casi picarescos, de la primera mitad del siglo XX.
Un ejemplo: recuerda la coronación del Rey, como heredero de Franco, cuando nadie sabía cómo resultaría. Por esa razón asistieron al acto pocos mandatarios extranjeros.
Una escasez que, dice Eslava Galán en una nota a pie de página, “quedó sobradamente compensada por la calidad moral de los que asistieron”. Allí estuvieron Pinochet, Constantino de Grecia, Rainiero de Mónaco y Giscard d’Estaing.
Ácidas, pero certeras observaciones así aparecen en las 527 páginas del libro editado por Planeta.
Una historia de ambiciones, verdades y mentiras, pactos de unos y otros, miedos, traiciones, y algunas grandezas.
Sumado todo nació una democracia que Eslava Galán describe con cierto asombro.
Con ella, en este país con tantos torpes se cumplió la ley de Murphy al revés, “si algo tiene que salir bien, aunque se haga lo posible para que salga mal, saldrá bien”.
Claro que, seguramente, quienes voltearon la tostada para salvar la mantequilla antes de que se pegara al suelo fueron los americanos.
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SALAS En aquellos tiempos nuestro gran dibujante hacía cosas así: