Siempre que pienso en transparencia, me viene a la cabeza mi madre contándome apasionadamente el día que descubrió este cuadro en Toledo y lo maravillada que había quedado al ver la vaporosa tela blanca que viste al clérigo que nos da la espalda en primer término. Todo un derroche de técnica.
¿Cómo llevar esto a la arquitectura?