Un destacado grupo de científicos viajaron al centro de la tierra para averigüar su uso, pero cuando se les pasaron los efectos de la droga, dieron media vuelta, ya que ese viaje no venía muy a cuento.
Un transportador es según científicos que se quedaron en casa y que han estudiado el caso, un instrumento de medición de ángulos en grados.
Se suele pedir a los alumnos el primer día de clase y jamás se usa. Está claron que hay algo oscuro en todo esto.
El complot empieza desde el fabricante, que pone junto a la escuadra y el cartabón el misterioso objeto en un pack demoniaco.
Una de las teorías es que es un arma del demonio para apoderarse de nuestra alma.
Otra teoría es que es un programa de esos para hackear Gmail.
La teoría de un grupo de estudiantes avanzados de la universidad de Harvard, cree que se trata de un instrumento musical. Pero luego se descubrió que estos estudiantes formaban parte de la tuna y que no habían dormido lo suficiente esa noche y que veían hasta vacas volando por la falta de sueño.
Otra aún más disparatada, afirma que se trata de un útil escolar para medir ángulos.
Esta teoría fue rechazada de inmediato, pues ningún ser humano recuerda haber usado ese aparato misterioso jamás mientras fue estudiante.
Cuentan los viejos del lugar que se trata de un objeto con el cual se puede viajar en el tiempo, pero esos viejos ya están bastante seniles.
Allí, en los escritorios de nuestros hijos nos miran con mirada enigmática y secreto milenario, al igual que las pirámides y Stonehenge, misterios que quizá jamás se resuelvan y desde los escritorios de los colegios miran al infinito guardando su milenario secreto. Bueno, puede que no sea milenario.