Para mi, lo más destacable de estas fiestas, ha sido nuestro "trapicheo" con los Reyes Magos. Y es que, le propusimos a Alex cambiar sus tres chupetes por tres regalos. Obviamente, ante la expectativa de poder pedir tres regalos la mar de molones, ella acepto...
Los elegidos fueron ( trrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.... bueno, imaginaros un redoble de tambores....): La casa de Mickeyyyyy Mouse, un Rayooooooo McQuinn y una Coooooocinita!!!!
Por si las moscas, me tiré varias semanas haciendo terapia, diciéndole que, cuando se lo diera a los Reyes, ya no habría nunca más chupete. Y ella se hacia la longuis.... Pero cuando insistías mucho, te decía que si, que dormiría sin chupete, como una niña mayor...
Llego el día D y la hora H. Estábamos en la cabalgata de reyes, la tensión se masca en el ambiente. Alex está sobre los hombros de su padre. Aferra los chupetes con una mano mientras la comitiva se va acercando. Se paran a diez metros de nosotros.... Un enorme bebe hinchable preside el grupo de recogedores reales de chupetes.... PapadeAlex está tenso, no cree en que el intercambio se vaya a llevar a cabo..... La comitiva se mueve.... Están cerca....Cada vez más cerca..... Uno de ellos se acerca a nosotros.... Miro a Alex..... Su mirada es decidida, se agacha y........................................... Da los tres chupetes a cambio de uno de caramelo!!!!! Bien!!!! Prueba suuuuuuperada!!!!!!
Pero ahí no acaba nuestra historia...porque esto es como el fútbol, que luego hay un programa del postpartido, no?. En nuestro caso, faltaria por ver como evoluciona el tema sin chupete....
PapadeAlex, para ser sinceros, quería guardar un chupete, por si las "flies", pero eso es de cobardes. Yo soy más de " a lo hecho, pecho", o como ha sido nuestro caso " a lo hecho, teta". Y es que Alex, ha aceptado muy bien la retirada del chupete ( coño, hasta yo lo habría hecho si me hubieran traído tantos juguetes nuevos!!! ). A las pocas horas de deshacernos de ellos, los pidió, pero le explicamos que ella los había entregado libremente ( ejem ) y que los reyes le traerían muchos regalos a cambio y, bueno, parece que con eso se convenció ( no negaré que lloriqueo un poco, pero nada del otro mundo ).
Creo que, desde el día de reyes, lo habrá pedido tres o cuatro veces y, para compensarlo, ha retomado el hábito de pedir tetita ( porque si, nuestra lactancia iba de culo y cuesta abajo...)
Así que, como resumen, una vez más, Alex nos sorprende con su capacidad de adaptación. Si tenemos en cuenta que, hasta hace 8 días, era una niña a un chupete pegada, la operación "Tormenta del chupete" ha sido todo un éxito.