Rubio, me cuenta el Maestro F.I.D.E. Lucas Mendoza, fue un personaje muy carismático en el ajedrez tinerfeño. Como dice Moyano en su libro trabajó de controlador aéreo, pero consideró que aquel mundo era muy estresante y pronto pidió excedencia y... se dedicó profesionalmente al ajedrez.
Se fue a Madrid y vivió una temporada en un piso junto a dos grandes maestros. ¿Quiénes eran?. Pues nada más y nada menos que Ulf Andersson, de Suecia y el gran amigo de mi admirado Bobby Fischer, Eugene Torre, de Filipinas.Pronto, Hugo Rubio hizo amistad con una buena legión de maestros hispanoamericanos, donde estaban, entre otros, los MI's Oscar Castro (Colombia) - con otra vida de novela -,
(Miren la bonita partida de Castro en el siguiente vídeo del popular Leontxo García):
La trampa diabólica de Castro
Jorge González (también de Colombia)
y Roberto Debarnot (Argentina).
Resultó que una vez, cuenta Mendoza, salieron de la famosa Librería Catalán de Barcelona, Jorge González, Hugo Rubio y él mismo... y pasearon por la ciudad, con González leyendo (sin uso de tablerito adicional alguno), mientras andaban, el atrayente libro comprado allí y titulado MI SISTEMA de Nimzowitsch. El colombiano los obligaba a pararse en cada momento para comentarles, de cabeza, los ¡momentos clave! del "tratado de enseñanza", uno de los más complejos del mundo del ajedrez (!?).
Decían los grandes maestros europeos que en Bogotá había un indio que le ganaba a los grandes maestros. Era el genial indígena llamado Jorge González (MI) que en otra ocasión, en un Open celebrado en Europa, jugó y aplastó a un jugador, preguntando seguidamente a los demás: "¿Quién es ese patzer de gafas señaladas?". Resultaba ser que el patzer era un tal ¡Evgeny Vasiukov! (gran maestro soviético de gran prestigio), casualmente miembro del Equipo del CSKA (segundo tablero) del Campeonato de la U.R.S.S. celebrado en Riga, en 1968 y que actualmente está formando parte de mis crónicas paralelas diarias, a estas canarias...
Cuando Hugo Rubio dejó la "aventura" de convertirse en ajedrecista profesional, después de haberse rodeado, como hemos visto de tantas personalidades del ajedrez, volvió a AENA, pero esta vez dentro de la sección del Handling del Aeropuerto, el servicio de asistencia de aviones... ¡en tierra!.En aquella época vivió también una temporada en Las Palmas dedicado al juego-ciencia, donde con frecuencia fotocopiaba las partidas de sus líneas que salían en los Informators y las pegaba en un cuaderno grande que crecía y crecía...Con el tiempo llegó a jugar la Inglesa con blancas, la Francesa contra 1.e4 y la India de Rey contra todas las demás.Yo lo recuerdo mientras sacaba mi carrera universitaria cuando iba a estudiar a la CASA DE LA CULTURA tinerfeña y él se sentaba allí en una gran mesa con un tablero de tamaño mediano y una enciclopedia de aperturas yugoslava abierta y reproducía con sapiencia sus líneas de juego sobre el mismo, en completo estado de ¡máxima concentración!.Hugo se casó con una funcionaria de MUFACE y tuvo dos hijos. El Barsa (de fútbol) se interesó por uno de ellos cuando era infantil y pidió traslado a Barcelona y se fue a vivir allí con ese hijo...En esa época, me cuenta Mendoza, que él mismo junto a Jacob González y otro ajedrecista tinerfeño más, fueron a Barcelona a jugar un torneo de ajedrez y estando dentro de un bar, al final de Las Ramblas, junto a la Estatua de Colón, Lucas recordó entonces a sus otros dos acompañantes, que el gran Hugo Rubio vivía desde hacía unos años allí en la Ciudad Condal; cuando de repente, ¡alas!, se abrió la puerta del bar y entró por allí dentro (sin haber quedado previamente con él ni nada) el mismísimo ¡Don Hugo Rubio!...Lo más extraño es que al año siguiente repitieron torneo y en este caso, aparte de Lucas y Jacob, fue con ellos la MIF tinerfeña Dafnae Trujillo. Estando allí, un día dentro del Metro, en pleno trayecto, le empezaron a contar a la "dama" del ajedrez canario su experiencia del año anterior, al haber visto de repente a Hugo, en aquella gran ciudad de Barcelona y de manera completamente aleatoria en un bar, ¡con todo lo grande que es aquella ciudad!. Y entonces ¡otra vez surgió el milagro!. Este, más grande aún si cabe. Se abrió en una parada del Metro la puerta y justo allí, delante de los tres, volvió a entrar el gran Hugo. ¡No sólo en el Metro, a aquella hora concreta, sino encima en el mismo vagón donde ellos, en aquellos momentos completamente "atónitos", se encontraban!...
Poco a poco, Hugo Rubio se fue aburriendo del ajedrez (¡como Bobby Fischer! - "el trozo de la tarta, en el reparto, es muy pequeño", dijo -) y tristemente lo dejó por completo. La última vez que Mendoza lo vio, le comentó que lo del fútbol había acabado y que estaba pensando en abandonar Cataluña para que no lo pasaran bajo el mando de la Generalitat y entonces ¡no pudiera regresar nunca!...¿Y qué hizo nuestro héroe de esta crónica de hoy?, pues Hugo Rubio se dedicó a ganar dinero en los Casinos jugando al ¡BlackJack!.Para este cronista, queridos lectores, al igual que Dumesnil se le parece en su forma de juego a Tal; Rubio tiene mucha coincidencia con David Janowski, que fue un gran aventurero, vividor y de gran espíritu romántico.
El último libro sobre Tal que también pediré a
los "Reyes Magos", de la mano del empresario canario
del ajedrez, Juan Ramón Jerez, deIDEAS DEPORTIVAS CANARIAS
(Haga "click" aquí para saber de sus productos)
El libro que narra la historia y partidas de Janowski, desde hace muchos años en mi biblioteca de "libros de papel"
Lo último que sabemos de Hugo Rubio Purriños es que en la actualidad vive en Málaga según ha comentado su ¡ex! (se fue de Tenerife a Madrid, de Madrid a Barcelona y de Barcelona terminó en Andalucía).
¡Larga vida pues, estimados lectores, para él!...Veamos ahora, con comentarios, la partida señalada entre Pierre Joly Dumesnil y Hugo Rubio Purriños, una lucha muy interesante en todas sus fases:aarteaga61@gmail.com