Tras la pista del carbono de los cometas

Por Marathon

En la imagen el cometa Machholz, protagonista de este trabajo de investigación
Mediante el uso de un cometa como un laboratorio remoto, un investigador del Instituto de Ciencia Planetaria (PSI) ha demostrado que el tiempo de vida de ionización del carbono es mucho más corto del valor que se emplea actualmente para los cálculos en los cometas.
Un tiempo preciso de vida de ionización es algo fundamental para comprender la cantidad de carbono liberado por los cometas, explica Jeff Morgenthaler, científico senior del PSI. Una vida más corta sugiere que el contenido de carbono de algunos cometas pueden ser menor de lo estimado previamente. Este trabajo podría afectar a las actuales ideas sobre dónde se formaron los cometas en el sistema solar primitivo y acerca del papel que pudieron haber desempeñado en traer las semillas de la vida a la Tierra.
"El carbono es un átomo importante por muchas razones", explicó Morgenthaler. "Necesitamos saber cuánto carbono hay en los cometas y en qué moléculas se encuentra para responder a algunas de las preguntas que se han planteado".
Empleando imágenes de gran campo tomadas por el observatorio espacial Galaxy Evolution Explorer (GALEX), Morgenthaler ha producido perfiles radiales de muy alta calidad de las emisiones de carbono atómico del cometa C/2004 Machholz.
A diferencia de las condiciones observadas en la Tierra, la coma de un cometa, una envuelta de gas y polvo en torno al núcleo, es una atmósfera muy simple, sin gravedad y ni campo magnético, y sólo se ve afectada por los fotones solares y el entorno del viento solar, añadió Morgenthaler.
"Puesto que otros investigadores han establecido la velocidad a la que el carbono se aleja del cometa, podríamos utilizar la caída de la intensidad de la luz en función de la distancia para medir la duración de la vida del carbono en el medio interplanetario antes de que se ionice," señaló Morgenthaler, autor principal de un artículo reciente sobre el artículo aparecido en la revista Astrophysical Journal.
"Tuvimos la oportunidad de comprobar un montón de cálculos a la vez en nuestra medida", añadió. "Descubrimos que un átomo de carbono se ioniza entre 7 a 16 días, dependiendo de la actividad solar y de las condiciones del viento solar."
Esto pone un punto final sobre la destrucción de las moléculas más complejas que contienen carbono de los cometas.
Los investigadores han utilizado la presencia de una larga cadena de moléculas con carbono en los cometas, tales como algunos aminoácidos simples, como prueba de que los cometas pudieron haber traído a la Tierra las semillas de la vida. "Tenemos que pelar algunas capas más de la cebolla para comprobar si las huellas de las moléculas de cadena larga que contienen carbono, son detectables en estos datos", explicó Morgenthaler. "Definitivamente observamos las huellas del monóxido de carbono y el metano."
La investigación descubrió además que existía algo más que la luz del sol afectando el carbono del cometa.
"Algo estaba chocando contra el carbono: el viento solar", explicó. "Si bien esto era algo que estaba ya previsto, hasta ahora nadie había reunido de forma cuantitativa todas las piezas ni tampoco nadie había realizado mediciones para confirmarlo."
El campo de visión de GALEX tiene un grado, unas 10 veces mayor que los clásicos telescopios ultravioleta que se emplean en investigaciones similares, añadió. Esto le permite captar prácticamente todas las emisiones del cometa, obteniendo resultados mucho más precisos.
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