Muchos aprendimos sintaxis con sus famosos "arbolitos". Ya están algo pasado de moda. Pero su pragmatismo me llegó en un momento clave. Su gramática generativa encajaba en mi mente como la pieza de una esquina del puzzle. Por ahí se empieza. He desempolvado de mi desván a Noam Chomsky. No diré que sin él no hubiera podido vivir, pero cuando me encontré que tenía muchas ideas que a mí siempre me han rondado por la cabeza y de las que también muchos se han reído al contárselas, me di cuenta de que iba a tener muchos problemas con mis ideas y pensamientos. Comprender que uno va a ser rechazado por sus ideas es mejor que pensar que uno no encaja en ningún grupo social. Las estructuras superficiales y profundas del lenguaje. ¡Dios mío, qué gozada! Por fin alguien ponía al lenguaje en el mapa científico. El lenguaje es de una lógica innata como las matemáticas y sus "estructuras sintácticas" son fruto de un proceso lógico abstracto de valía vital. El estructuralismo estaba de moda, y es bonito, pero es demasiado estricto y rígido en sus formas y procesos. Cuando todos estaban alabando las bonanzas de lo estructural, que consideraban que el lenguaje era una destreza que se aprendía por asociación, lo cual dejaba al lenguaje como algo secundario con respecto a las matemáticas, zas, no señor, mire, el lenguaje es innato y es lógica casi pura. Pónganse las manos en la cabeza, si quieren (lean el enlace para comprender la importancia de su pensamiento y su influencia a nivel mundial). Yo sólo quito el polvo a esas ideas que vagan por el desván de mi cerebro y que hay que limpiar de vez en cuando para darse cuenta por donde anda el yo presente y qué salud tiene. La senda de Chomsky es larga y su sombra llega hasta el lenguaje computacional y la antiglobalización. Es uno de los grandes pensadores de los últimos tiempos, y tuve la suerte de encontrarme con él en el momento adecuado.
Muchos aprendimos sintaxis con sus famosos "arbolitos". Ya están algo pasado de moda. Pero su pragmatismo me llegó en un momento clave. Su gramática generativa encajaba en mi mente como la pieza de una esquina del puzzle. Por ahí se empieza. He desempolvado de mi desván a Noam Chomsky. No diré que sin él no hubiera podido vivir, pero cuando me encontré que tenía muchas ideas que a mí siempre me han rondado por la cabeza y de las que también muchos se han reído al contárselas, me di cuenta de que iba a tener muchos problemas con mis ideas y pensamientos. Comprender que uno va a ser rechazado por sus ideas es mejor que pensar que uno no encaja en ningún grupo social. Las estructuras superficiales y profundas del lenguaje. ¡Dios mío, qué gozada! Por fin alguien ponía al lenguaje en el mapa científico. El lenguaje es de una lógica innata como las matemáticas y sus "estructuras sintácticas" son fruto de un proceso lógico abstracto de valía vital. El estructuralismo estaba de moda, y es bonito, pero es demasiado estricto y rígido en sus formas y procesos. Cuando todos estaban alabando las bonanzas de lo estructural, que consideraban que el lenguaje era una destreza que se aprendía por asociación, lo cual dejaba al lenguaje como algo secundario con respecto a las matemáticas, zas, no señor, mire, el lenguaje es innato y es lógica casi pura. Pónganse las manos en la cabeza, si quieren (lean el enlace para comprender la importancia de su pensamiento y su influencia a nivel mundial). Yo sólo quito el polvo a esas ideas que vagan por el desván de mi cerebro y que hay que limpiar de vez en cuando para darse cuenta por donde anda el yo presente y qué salud tiene. La senda de Chomsky es larga y su sombra llega hasta el lenguaje computacional y la antiglobalización. Es uno de los grandes pensadores de los últimos tiempos, y tuve la suerte de encontrarme con él en el momento adecuado.