¡¡Eureka!!
Es el puntito que descansa entre el pequeño arbusto verde y el primero de los tres árboles rojizos.
Así se mantuvo durante una hora, acicalándose y observando su territorio, hasta que decidió levantarse y desaparecer por una cercana valleja para nuestro desconsuelo.
Nuevamente un recorte de la foto con los protagonistas que, aunque muy lejos, nos brindaron una escena de la Naturaleza que nunca olvidaré.
Y es que aunque todos soñamos con una observación cercana de este bellísimo felino, disfrutar de una pareja durante más de una hora interactuando no tiene precio.
¡¡Todo un lujo!!
Por último quiero agradecer a Txusma por acompañarme en este sueño cumplido por fin en mi tercer intento, y a Marian por comprenderme (gracias mi amor) cuando llegué un poco tarde (4:30 de la mañana del día de reyes) por alargar la última jornada un poco más de lo previsto.
Eso sí, el regalo de reyes me lo traía puesto y para toda la vida.
¡¡Un recuerdo imborrable!!