Dado el éxito de su creación, Seth McFarlane desarrolló otra serie de animación que seguía el esquema de Padre de Familia, American Dad, en la que tiene oportunidad de despotricar a gusto acerca de asuntos políticos pero que se queda a años luz de las desventuras de la familia de Quahog. Aun así, McFarlane y su equipo han vuelto a la carga y han intentado emular el éxito de los Griffin con The Cleveland Show; en la que el amigo Cleveland Brown decide formar una nueva familia en otra ciudad, encontrándose con un buen número de variopintos personajes. Una serie desenfadada, con algunos momentos divertidos, que sin embargo poco o nada aporta al repetir esquemas ya empleados.
Ante la dureza de los mencionados capítulos de Padre de Familia, el ex-guionista de esta serie Dan Povenmire decidió crear un producto apto para el público infantil que contuviera guiños absurdos y unas cuantas referencias para adultos, naciendo así Phineas y Ferb. En ella nos presenta las disparatadas aventuras de un par de niños con mucha imaginación, siguiendo todos los capítulos una estructura bien definida con bromas recurrentes al mismo tiempo que nos ofrece canciones tan delirantes como esta I ain't got rhythm, al más puro estilo de la Shipoopi que cantara Peter Griffin.