La Semana Santa, la veneración a los santos y la construcción de catedrales e iglesias milenarias, son ejemplos de la influencia de la Iglesia en España. Solo hay un caso único y sorprendente en el pequeño pueblo de Trasmoz, en la provincia de Zaragoza, que ha sido excomulgado y declarado maldito por la Iglesia Católica.
Según las leyendas que rodean a Trasmoz, actualmente con 89 habitantes, la causa de esta insólita decisión se debe a circunstancias muy llamativas. La cuenta de TikTok @doble_m_vanlife ha publicado un video que cuenta algunas de las peculiaridades de este singular pueblo.
Los documentos históricos señalan que, en 1255, el abad del Monasterio de Veruela, Andrés de Tudela, castigó a los habitantes de Trasmoz debido a conflictos por la leña, que se tornaron tan serios que el clérigo decidió excomulgar al pueblo para siempre. Tres siglos más tarde, en 1511, el señor de Trasmoz, Pedro Manuel Ximénez de Urrea, tuvo un enfrentamiento con el abad del Monasterio, esta vez por el agua. Los expertos relatan que el curso del agua atravesaba áreas pertenecientes al convento, por lo que los clérigos de Veruela desviaron el curso natural del agua, impidiendo que llegara a las familias del pueblo. El conflicto llegó a las Cortes de Aragón, que dictaron sentencia a favor de los vecinos de Trasmoz. Sin embargo, el abad no aceptó la decisión y procedió a maldecir al pueblo para siempre.
A pesar de todo, los habitantes de Trasmoz continuaron viviendo con normalidad, manteniendo sus prácticas y tradiciones religiosas. La leyenda del pueblo también sugiere que su historia ha estado ligada a la presencia de brujas, aquelarres, maldiciones y algunas tradiciones paganas. Hoy en día, se celebran en el pueblo eventos multitudinarios relacionados con la brujería, así como eventos paganos en el Día de los Difuntos, que atraen a numerosos visitantes.
La historia de Trasmoz es, según explica Javier F. Ferrero en Spanish Revolution, una de las más fascinantes en España, y solo el Papa podría revocar la maldición otorgándole el perdón que eliminaría la condición de “maldito” a este pequeño pueblo de Zaragoza.