Trastorno disfórico premenstrual: tratamiento natural y divagaciones

Por Ms

Bienvenid@s a mi rincón personal donde compartimos experiencias y buscamos maneras de mejorar nuestra calidad de vida. En esta ocasión, quiero adentrarme en un tema que puede resultar familiar para muchas mujeres: el trastorno disfórico premenstrual (TDPM) y explorar opciones de tratamiento natural.

El trastorno disfórico premenstrual es una condición que afecta a algunas mujeres justo antes de la menstruación, con síntomas que van más allá de las molestias físicas comunes. Estos síntomas pueden incluir cambios de humor intensos, irritabilidad, ansiedad y depresión. Aunque se puede recurrir a medicamentos para el tratamiento, hoy quiero explorar alternativas naturales que podrían proporcionar alivio.

Hábitos alimenticios saludables

Comencemos con uno de los aspectos fundamentales de nuestro bienestar: la alimentación. Adoptar hábitos alimenticios saludables puede marcar la diferencia en la gestión del TDPM. Se ha observado que una dieta rica en alimentos frescos, frutas, verduras y proteínas magras puede ayudar a equilibrar los niveles de energía y mejorar el estado de ánimo.

Algunos alimentos específicos, como aquellos ricos en omega-3, pueden tener propiedades antiinflamatorias y mejorar la salud mental. Pescados grasos, nueces y semillas de lino son excelentes fuentes de omega-3 que podrían incorporarse de manera más regular en nuestra dieta.

En general, todos aquellos alimentos que contribuyan a una reducción de la inflamación, pueden servir de ayuda. O por el contrario, aquellos que son inflamatorios (leche, harinas, azúcar…) pueden agravar los síntomas.

Alimentos inflamatorios

  • Carnes rojas.
  • Grasas de origen animal: cerdo, cordero, hígado y otras vísceras.
  • Grasas trans: alimentos precocinados y bollería industrial.
  • Lácteos: leche, quesos no frescos, mantequilla…
  • Azúcares, sobre todos los refinados.
  • Gluten.
  • Bebidas alcohólicas.
  • Aceites vegetales refinados, como el aceite de girasol o de soja.

Alimentos antiinflamatorios

  1. Pescados azules. Ricos en ácidos grasos Omega 3 y en vitaminas del grupo B, vitamina D, fósforo y proteínas de alto valor biológico.
  2. Brócoli y otras crucíferas. 
  3. Té verde. De calidad y a ser posible ecológico y a granel.
  4. Cúrcuma. Es un potente antioxidante y antiinflamatorio por su contenido en curcumina. Es mejor tomarla «mezclada con aceite de oliva, aguacate y pimienta para favorecer su absorción.
  5. Frutos rojos. Fresas, frambuesas, arándanos, moras, cerezas y grosellas son muy ricas en polifenoles, que son potentes antiinflamatorios y antioxidantes.
  6. Raíz de jengibre. Conocida por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes, uno de sus compuestos, el gingerol, ayuda a reducir la liberación de sustancias inflamatorias de las células sanguíneas.
  7. Aceite de oliva virgen extra. Rico en omega 3, contiene oleocanthal, un compuesto con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que actúan en el organismo de forma similar al ibuprofeno.
  8. Remolacha. Rica en fibra, ácido fólico, vitamina C y betalaínas, las responsables de su color, es un buen antioxidante con propiedades antiinflamatorias.
  9. Pimientos. Además de ser un antioxidante, aporta vitamina B6, ácido fólico, flavonoides y salicilatos, uno de los principios activos de la aspirina, por lo que tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios naturales.
  10. Ajo y cebolla. Dos hortalizas que son potentes antiinflamatorios naturales y que actúan de forma similar. La cebolla, gracias a compuestos como la aliína, la quercetina y la alicina, este último un activo que también aporta el ajo.
Alimentos antiinflamatorios de ayuda al tratamiento disfórico prememenstrual: tratamiento natural

Este listado ha sido obtenido del artículo de el Mundo «Estos son los 10 alimentos más antiinflamatorios imprescindibles en tu dieta para mejorar tu salud«, que aunque hable de alimentos adecuados para la salud en general, pueden aplicarse como tratamiento natural contra el trastorno disfórico premenstrual.

Reducción del estrés y meditación

El estrés juega un papel significativo en la exacerbación de los síntomas del TDPM. Buscar maneras de reducir el estrés puede marcar una gran diferencia en la gestión de esta condición. La meditación y la práctica regular de técnicas de relajación pueden ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad.

Ya sea a través de la meditación guiada, la práctica de la atención plena o simplemente dedicando tiempo para relajarse, estas actividades pueden contribuir a un equilibrio emocional que contrarreste los altibajos emocionales asociados al TDPM.

En mi caso personal, la reducción significativa del estrés, que conllevó dejar mi trabajo y plantearme un estilo de vida diferente, fue lo que marcó el cambio más importante. Tanto fue así que hasta dejé de tomar antidepresivos y los síntomas casi desaparecieron.

No digo que no vuelvan a aparecer (es muy posible), pero tras meses y meses de búsqueda insaciable de soluciones mágicas, yo al menos descubrí que el estrés era lo que me incrementaba la sintomatología.


El test del trastorno disfórico premenstrual

Antes de continuar a analizar el impacto de medicamentos vs el tratamiento natural del TDPM, quiero compartir contigo un test que he hecho para identificar si padecemos sintomatología del trastorno disfórico premenstrual. Puedes hacerlo aquí abajo o en la página del test.

Haz el test: Trastorno disfórico premenstrual test

1.  Durante la fase lútea, ¿te encuentras experimentando emociones intensas como irritabilidad, tristeza, ansiedad o cambios de humor repentinos? ¿Sientes que estás en una montaña rusa emocional sin una razón aparente? Mucho Nada 2.  ¿Experimentas síntomas físicos notables, como dolores de cabeza, dolores musculares, hinchazón o cambios en el apetito durante la fase lútea de tu ciclo menstrual? Mucho Nada 3.  ¿Notas que tus relaciones personales, ya sean amistades o románticas, se ven afectadas negativamente durante la segunda mitad del mes, sintiéndote más distante o irritada sin razón aparente? Mucho Nada 4.  ¿Notas una disminución en tu capacidad para concentrarte en el trabajo o los estudios durante ciertos períodos? ¿Te cuesta manejar el estrés durante la fase lútea? Mucho Nada 5.  ¿Encuentras dificultades para concentrarte en tus actividades diarias durante ciertos períodos del mes? La falta de concentración y la neblina mental pueden ser signos de este trastorno. Mucho Nada 6.  ¿Has notado alteraciones en tu patrón de sueño? Observa si experimentas insomnio, dificultades para conciliar el sueño o si duermes excesivamente durante los días previos a tu menstruación. Mucho Nada 7.  ¿Tienes antojos intensos, especialmente de alimentos ricos en azúcar, sal o grasas, durante los días premenstruales? Controlar los cambios en tus hábitos alimenticios puede ofrecer pistas sobre la naturaleza de tus síntomas. Mucho Nada

¡Test completado!

Si has puntuado un total de más de 20 puntos, deberías de consultar con un personal de la salud estos síntomas.

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Impacto científico de los medicamentos

Si bien los tratamientos naturales pueden ser beneficiosos, también es esencial considerar el enfoque científico, especialmente cuando los síntomas son severos. Los medicamentos recetados, como los antidepresivos o los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, pueden ofrecer alivio significativo para algunas personas.

Es importante destacar que la elección entre tratamientos naturales y medicamentos debe basarse en la evaluación de un profesional de la salud. Cada persona es única, y lo que funciona para uno puede no ser igualmente efectivo para otro.

En mi caso particular, cuando me recetaron los antidepresivos (comenzando por la Venlafaxina), ésta me sentó fatal. Me produjo un insomnio immediato que sólo se iba con otro medicamento fuerte (la mirtazapina). Y lo peor no era ésto, sino que a nivel cerebral me daba una serie de descargas y sensaciones rarísimas. Y cuando estás pasando por crisis de ansiedad y aceptando un diagnóstico, lo último que quieres es unos efectos secundarios casi peores.

Más tarde visité a un psiquiatra de pago que me dijo que Fluoxetina era ideal para los casos de trastorno disfórico premenstrual.

Con el paso de semanas, es cierto que empecé a sentirme mejor, pues los efectos secundarios habían bajado, pero seguí experimentando durante meses, las subidas y bajadas propias del TDPM.

Al poder ver estos patrones tan claros mes a mes… nadie podía convencerme de que mi diagnóstico era incierto. Sin embargo, a raiz de coger valor y dejar el trabajo que era mi principal fuente de estrés, junto a otros cambios en mi vida y mi conducta, puedo decir que casi ha desaparecido.

Es por ello que quería escribir estre artículo sobre el tratamiento natural del trastorno disfórico premenstrual, ya que a pesar de que cada mujer es diferente y que el trastorno presentará variaciones, es muy importante que antes de tomar medicamentos, cortemos con las fuentes que generan tanto estrés y sufrimiento. Y si éstas no mejoran los síntomas… entonces recurrir a otras vías.

Enfoque Integral

La clave podría residir en un enfoque integral que combine cambios en el estilo de vida con opciones de tratamiento natural y, cuando sea necesario, medicamentos recetados. Al adoptar un enfoque holístico, podemos abordar los síntomas desde diferentes ángulos, mejorando así la calidad de vida en general.

En conclusión, el trastorno disfórico premenstrual puede ser un desafío, pero hay opciones naturales que pueden ofrecer alivio. Desde ajustes en la alimentación hasta técnicas de reducción de estrés, explorar estas alternativas puede marcar una gran diferencia. No obstante, siempre es crucial consultar con un profesional de la salud para determinar el enfoque más adecuado para cada situación única.

¡Gracias por acompañarme en esta exploración hacia el bienestar natural!