Trastornos de alimentación y su tratamiento

Por El Rincón De Ika @rincondeika

En una sociedad frenética y exigente donde el sujeto estresado cada día se siente más aislado, los trastornos de alimentación se convierten en una tendencia al alza y conocer sus tratamientos es importante para superarlo. Los trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) son variados y según el caso se debe en tener en cuenta distintos factores. Cuando hablamos de un Tratamiento Conducta Alimentaria nos referimos a un proceso complejo que incluye mucha terapia, una re-educación y, habitualmente, medicamentos.

EL TCA tiene graves consecuencias para la salud física y psicológica de la persona y su círculo cercano. Cada tratamiento debe ser totalmente personalizado y requiere profesionales de distintas áreas para llegar a solucionar el problema. Desde dietistas y médicos como psicólogos o psiquiatras. No en vano, la terapia psicológica es la parte más importante para tratar un caso de TCA.

Puede, incluso, llegar  requerir hospitalización cuando el trastorno persiste, ya que puede llegar a poner en peligro la vida de la persona. Por eso, es tan importante contar con la ayuda de clínicas y centros especializados en tratar trastornos de conducta alimentaria para contar con profesionales que comprendan las dificultades por las que atraviesa la persona. Como nos explican desde Orientak Madrid:

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son enfermedades que afectan los hábitos alimenticios del paciente, generando dañinas consecuencias para la salud física y psicológica, llegando en los casos más extremos a provocar riesgo vital y teniendo un grave efecto en la relación del paciente con su círculo social más cercano.

Como bien indican, dentro de los trastornos de alimentación, es muy importante contar y recuperar el apoyo de amigos y familiares para su tratamiento; lo que no siempre es fácil. En ocasiones, el círculo cercano se ha visto muy dañado emocionalmente; además, comprender la conducta y reconocerla para ayudar a la persona no es sencillo, por lo que dentro de los centros especializados también es habitual contar con procesos de apoyo a la familia.

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria, además de problemas de salud como dolor de cabeza, problemas para dormir, problemas de concentración, cansancio en sus primeros estadios. También suele asociarse a cambios de personalidad y cambios del estado de ánimo. Hay que tener en cuenta que más allá del trastorno, la alimentación interviene en la producción de hormonas y neurotransmisores, llevando a situaciones de carácter irritable o depresivo que pueden llevar a una profunda sensación de soledad.

Tipos de Trastornos de la Conducta Alimentaria

Dentro de los Trastornos de la Conducta Alimentaria, encontramos algunas psicopatologías muy habituales como la Anorexia, la Bulimia o el Trastorno por Atracón. En este caso, su nexo de unión es una obsesión peligrosa por el peso, la imagen exterior y la dieta alimenticia.

Repasemos su principales diferencias:

  • Anorexia. Implica una obsesión por mantener un bajo peso corporal que lleva a un bajo consumo calórico. Ven su imagen corporal distorsionada, con peso de más. Dentro de esta se han diferenciado muchos subtipos para definir mucho más su tratamiento: como la Anorexia Restrictiva cuando la persona restringe alimentos o la Anorexia Purgativa que se apoya en vómitos, laxantes o diuréticos para potenciar la bajada de peso.
  • Bulimia. En este caso, se produce una ingesta descontrolada en formato de atracones, seguido por un sentimiento de culpabilidad, que lleva a conductas dañinas y compulsivas, como vomitar o realizar ejercicio en exceso. Esas conductas que compensan el momento de atracón pueden hacer complicado detectar la enfermedad por parte del círculo cercano.
  • Trastorno por atracón. Este trastorno también implica una ingesta descontrolada con atracones (con o sin sentimientos de culpabilidad), pero no se compensa con conductas extremamente opuestas; dando lugar a obesidad y problemas de salud, relacionados directamente con su hábito alimenticio. Se debe diferenciar este trastorno con la obesidad o el sobrepeso general, porque conlleva conductas distintas y su tratamiento será diferente.

También existen otros tipos de trastornos que, en ocasiones, pasan un poco más desapercibidos por ser puntuales o no estar tan seguidos por la sociedad. No todas las conductas alimentarias son peligrosas, pero pueden llevar a problemas de salud de distintos tipos.

Veamos algunas de ellas:

  • Ortorexia. Se trata de una obsesión por comer de manera saludable, hasta limitar ciertos grupos de alimentos que llegan a provocar una desnutrición. A pesar de planificar la dieta, no eligen opciones equilibradas. Tambien puede darse un Trastorno de restricción de la ingesta alimentaria de forma que esa restricción de alimentos provoca que no se cumplan las necesidades calóricas.
  • Vigorexia. La dismorfia muscular o anorexia inversa, se asocia con una preocupación excesiva por parecer débiles o subdesarrollados. Se da una distorsión de la percepción de sí mismos obsesionándose por dirigir la alimentación a aumentar la masa muscular y mantener programas de entrenamiento de alto rendimiento.
  • Ingesta excesiva por ansiedad o estrés. Se produce una ingesta excesiva como reacción al estrés o a la ansiedad. Sus síntomas se pueden confundir con la sensación de tener hambre; de forma que aún recién comidos vuelven a tener hambre, llevando a consumos excesivos, especialmente de alimentos con azúcares.

Tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria requieren un cambio de conducta y una re-comprensión del pensamiento; de esta forma, el tratamiento debe ser totalmente personalizado para cada persona y situación. Por ello, es muy normal que incluso superado el tratamiento, sea necesario mantener visitas regulares a especialistas para garantizar evitar recaídas en las conductas alimenticias peligrosas.

Los trastornos alimentarios suelen incluir otros problemas asociados como la depresión, enfermedades mentales como el trastorno bipolar o comportamientos obsesivo-compulsivos. Dentro de su tratamiento, se deben entender los factores que desencadenan el trastorno alimentario; desde la predisposición biológica, donde se debe descartar un patrón alimentario familiar inadecuado o la presión social que puede llevar a dietas restrictivas y peligrosas o causar malos hábitos alimenticios.

Como comentábamos, las causas psicológicas son especialmente importantes. Las personas obsesivas son más propensas a sufrir anorexia, mientras las personas con ansiedad a la bulimia. Así, la inestabilidad emocional puede ayudar a desarrollar un TCA dado que se utiliza la comida como ayuda al control emocional. De esta forma, los Trastornos de la Conducta Alimentaria requieren reprogramar las experiencias emocionales negativas vinculadas con la comida para conseguir potenciar una relación más saludable y positiva con los alimentos.

Los tratamientos para acabar con el trastorno alimentario puede incluir:

  • Psicoterapia individual, grupal y familiar para redirigir la conducta; ayudando a identificar y cambiar los pensamientos negativos y perjudiciales por nuevos patrones de comportamiento.
  • Atención médica y monitoreo para controlar las enfermedades derivadas del trastorno, como problemas metabólicos, cardiacos, adicciones generadas, trastorno por déficit de atención, etc.
  • Asesoramiento nutricional para aprender a comer de forma saludable y mantener un peso saludable.
  • Medicamentos como antidepresivos, antipsicóticos o  para controlar el estado de ánimo y tratar síntomas asociados como la depresión o la ansiedad.

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