Tratamiento de la artrosis

Por Sanibook @sanibook

En 2018 todavía no se puede hablar de fármacos que curen la artrosis. Existen opciones que podrían frenar la degradación de las articulaciones, estabilizar la enfermedad y evitar una prótesis, o retrasar el recambio quirúrgico.

Objetivos de las terapias contra la artrosis para mejorar la calidad de vida del paciente:

  • Controlar el dolor
  • Evitar la incapacidad funcional
  • Retrasar el deterioro articular

Según datos del grupo de Aparato Locomotor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), más del 50 por ciento de los pacientes con artrosis no tienen controlado el dolor y un 30 por ciento de pacientes con artrosis de rodilla tienen un estado de ánimo alterado, junto a una pésima calidad de vida comparados con los pacientes que no presentan artrosis.

Existen dos tipos de tratamientos:

  • Tratamientos clásicos sintomáticos de acción rápida: aquí están incluidos analgésicos y antiinflamatorios o lentos, como los condroprotectores. (básicamente sulfato de glucosamina o condroitín sulfato).
  • Fármacos para retrasar el avance de la enfermedad: condroprotectores, que podrían frenar el progresivo deterioro de las articulaciones.

A la hora de elegir un tratamiento los especialistas prefieren determinar el grupo al cual pertenece el paciente y entonces aplicar el tratamiento adecuado al mismo ya que no es lo mismo tratar a un paciente de 80 años que a un paciente de 35 años que se acaba de retirar de una práctica profesional como deportista activo

Grupos de pacientes con artrosis:

  • Artrosis de tipo genético
  • Artrosis degenerativa o senil
  • Artrosis del deportista
  • Artrosis postmenopáusica,

El paciente debe conocer su enfermedad y convertirse en un experto activo que participa en el tratamiento. Los fármacos administrados dependerán de las características individuales de cada paciente y de factores como edad, grado de dolor, localización de la artrosis, comorbilidad, tolerancia a la medicación, etc.

Tratamiento para el dolor de artrosis

Un tratamiento inicial para el dolor de una artrosis leve sería el uso de paracetamol con un límite de 3 gramos diarios. En caso de no ser suficiente se pueden administrar antiinflamatorios adecuados a la comorbilidad y edad del paciente y siempre con la menor dosis eficaz posible y un tiempo muy limitado.

En tratamientos crónicos se podrían establecer fármacos sintomáticos de acción lenta (solos o mejor combinados). Estos medicamentos no presentan ningún riesgo y en general son inocuos a nivel de toxicidad. De hecho, existen diversos estudios que avalan su uso para el control del dolor e incluso para la evolución de la artrosis.

Ejercicio físico para la artrosis

Es recomendable la práctica habitual de deporte al aire libre o en piscinas. También hacer ejercicios básicos de recuperación de movilidad, de extensión y flexión, de fortalecimiento muscular y aeróbicos. Asimismo se recomienda mucho andar como práctica habitual.

El sobrepeso es enemigo de la artrosis por ello el ejercicio físico contribuye a mantener el peso adecuado.