Tratamiento de la obesidad en los niños

Por Zulema @MamaEsBloguera

La obesidad ha confirmado su prevalencia como una de las enfermedades de nuestro tiempo y que afecta especialmente a los más pequeños. El acelerado ritmo de vida actual impide crear unos hábitos de vida saludables que implican una alimentación sana y equilibrada y una vida activa con actividad física diaria, todo ello requiere de un tiempo que muchas veces no tenemos.

El tratamiento primero por tanto se basaría en la prevención.

Todos sabemos lo que hay que hacer para evitar la obesidad, se trata de ponerse manos a la obra por mucho esfuerzo que ello suponga y es que es más fácil llegar a casa y poner una pizza al horno que preparar un puré de verduras y un filete de pescado, por ejemplo.


La prevención de la obesidad exige un esfuerzo de vigilancia continua a los padres


También cuesta más tener que organizar la sesión de fútbol o natación diaria del niño que dejarlo en casa con el videojuego. Pero este cambio en las costumbres diarias es el único que puede evitar que nuestro hijo acabe padeciendo un problema de sobrepeso que le va a producir una serie de complicaciones en su salud.

Si el problema ya está presente lo mejor que se puede hacer es acudir al médico, no es bueno iniciar por nuestra cuenta una dieta, los niños están en edad de crecimiento y siguen necesitando de todos los nutrientes para que su desarrollo sea el adecuado. Una dieta muy restrictiva puede acabar siendo más problemática que el problema en si mismo. Será el profesional el que, tras realizar los análisis y pruebas pertinentes, determine qué dieta es la más adecuada para nuestro hijo. Pensemos además que no todos los niños son iguales, tienen constituciones diferentes, queman las calorías a un ritmo variable, puede tener predisposición genética… por todo ello la dieta deberá ser siempre personalizada.


Una alimentación equilibrada junto con ejercicio suelen ser los tratamientos más frecuentes y efectivos


Junto con la dieta no faltará el ejercicio, se trata de busca algo que mantenga al niño activo pero que le guste. Obligarle a jugar al fútbol cuando no se le da bien o no le interesa será contraproducente. El niño se sentirá desgraciado ya que además de ser consciente de su sobrepeso deberá luchar contra él en un ambiente que le incomoda. Por ello lo mejor será preguntarle que le interesa más, puede que sea la natación, patinar, correr o ir en bici, lo importante es que la actividad de haga la realice de buen grado ya que será la única manera de ver resultados. En este sentido tampoco debemos ser muy exigentes, un niño con sobrepeso se cansa antes y puede tener problemas en las articulaciones, por ello habrá que respetar sus ritmos y consultar también con el médico si esa actividad es adecuada para él.

Un último apartado que no se suele tener en cuenta cuando hablamos de obesidad infantil es la vertiente psicológica. El niño ‘gordito’ debe enfrentarse en multitud de ocasiones a los perjuicios sociales y las burlas de compañeros, esto acaba minando su autoestima y si no se tiene cuidado desembocar en cuadros depresivos. Por ello si es necesario no está de más contar con la ayuda de un profesional en la materia.

En todo caso el tratamiento contra la obesidad siempre debe estar supervisado por un médico.