Aunque es un consejo quizás un poco tarde, debido a la fecha en la que nos encontramos, es bueno a tenerlo en cuenta. La mayoría de los agricultores dejan ya su propia semilla, haciendo gasto tan solo de un porcentaje mínimo de la llamada semilla certificada. Pero muchos de ellos, siembran la semilla sin haber sido al menos seleccionada y adecuada para la siembra, para que nos entendamos sin haberle proporcionado los líquidos necesarios. Porque estos líquidos, influyen en la nacencia, pues no, pero si en el desarrollo del cultivo. El proceso de selección pasa por tres fases que son limpieza, antifungico e insecticida.
Limpieza:
La limpieza consiste en pasar las semillas por unas cribas las cuales eliminan aquellos granos que no pertenecen al cultivo, tales como semillas de hierbas, granos que están partidos y aquellos que están mermados. Con este proceso lo que conseguimos es que la semilla quede lo mas uniforme posible. Ya en muchos países, un paso mas adelantado que España, calibran los granos según tamaño del grano, con el fin de que el agricultor se guié por plantas por hectárea, o metro cuadrado en vez de kilos por hectárea a la hora de la siembra. Esto sirve para que la maquina de sembrar optimice la siembra, echando el grano que se necesita, sin quedarse corto, ni tampoco pasarse.
Insecticida:
Es obvio para que sirve este proceso, simplemente se añade un insecticida para que al almacenar la semilla no se pique, no actúen los insectos y pueda estar intacta hasta el dia de su siembre. se suele aplicar junto con el antifungico.
Antifungico:
Muchos se preguntan para que sirve esto. Esto evita que la planta contenga o sea atacada por hongos tales como rollas o el mas conocido como tizón. El mas peligroso, quizas sea el tizon, porque hace que una cosecha deba ir para pienso y no sirva para consumo humano, y mucho menos puedas volver a sembrar de esa semilla. Si una senara se te atizona, intenta que al cosechar limpies despues la maquina, para que si decides dejar semilla no se transmita.