Si a esas dos premisas le sumamos la mirada certera del escritor que no deja de observar jamás, el disfrute de la lectura se multiplica. No hay descripciones exhaustivas ni latosas, sino imágenes filtradas por las pupilas de la familia Moyano, por la pupila y por esas aficiones antes mencionadas: el amor por la literatura del padre, el cine en el caso de Teresa, y el baloncesto y la música en cuanto a Carlos y Marta, además de la curiosidad sociológica y el deseo de adentrarse todo lo posible en la idiosincrasia de un país tan variopinto como aquél.
Por ello es de agradecer la presencia continua, entre estas páginas, de los tres acompañantes, el libro no hubiera sido el mismo (como tampoco el viaje) sin ellos, y Manuel Moyano así lo reconoce en cada situación. Es delicioso el tinte romántico de la ruta, las visitas a lugares emblemáticos estadounidenses, el encuentro con pueblos muy diferentes, o la tradicional búsqueda de sí mismo que lleva a cabo un español fuera de sus fronteras. Pero sobre todo es delicioso el tono, porque hace que todos, como lectores, hayamos ido también subidos en aquel Chevrolet gris devorando millas de estado en estado.
Travesía americana. Manuel Moyano.Nuasícaä. Murcia 2013. 134 páginas. Precio: 14 euros.