En el reciente Festival de Cine Fantástico de Sitges tuve la oportunidad de visionar dos excelentes documentales sobre Star Trek. El primero de ellos, titulado Trek Nation, recorre el viaje físico y espiritual de un hijo que trata de descubrir y entender la enorme significación y repercusión de la gran obra de su padre. No es una obra cualquiera porque se trata de Eugene Roddenberry Jr. en la búsqueda de los elementos más importantes que caracterizaron la vida profesional de su padre, el gran Gene Roddenberry (1921-1991), en la que fue su creación inmortal: la saga Star Trek. "Rod" Jr. contaba sólo diecisiete años cuando su padre falleció y nunca manifestó un gran interés por el trabajo de su padre, más bien lo contrario. Sus largas ausencias del domicilio familiar por las múltiples horas de trabajo, en los diferentes proyectos de la saga, le alejaron de él y su pronta desaparición impidió que pudiera comprender la significación de su trabajo en boca de su propio padre. Consentido y con mucho dinero a su disposición, Rod Jr. se dedicó a vivir su vida con rebeldía mientras vivía ajeno al legado de su familia.
También querría destacar las palabras de Nichelle Nichols (Uhura) al explicar su intención de volver a los escenarios teatrales tras la primera temporada de la serie original, en 1967. Y cómo optó por continuar cuando el propio Martin Luther King la exhortó a seguir con estas palabras: "Por primera vez, estás interpretando un papel que no cumple una cuota. Trabajas en un proyecto como una igual, y eso tiene una gran importancia para todos nosotros. Te has convertido en un ejemplo a seguir."
Y es que este es uno de los grandes valores que aportó Roddenberry a sus creaciones. Nos habló de un mundo que había superado los conflictos y enterrado sus estigmas. Nos introdujo a una tripulación multiracial y multinacional en el marco de una Federación Unida de Planetas donde el fundamento principal era la defensa de la paz y la justicia. En los años 60, fue tremendamente innovador ver a una tripulación en la que convivían norteamericanos, rusos, afroamericanos, y orientales. Una imagen de conciliación que debería presidir los actos de una sociedad evolucionada en el siglo XXIII. Quien sabe si el sueño de Roddenberry llegará a cumplirse.
Y cambiando completamente de época, querría también resaltar el momento en que Rod visita el Skywalker Ranch para entrevistarse con George Lucas. Este confiesa que la repercusión y expansión del género de ciencia ficción, conseguido por Star Trek, le dio pábulo para pensar que su primer borrador de una extraña "space-opera" podría ser de interés para el gran público.
Y por último, me gustaría también hacerme eco de la visita a Paramount Pictures para entrevistarse con JJ Abrams, sobre cuyos hombros descansa ahora el futuro de la franquicia Star Trek en el cine. Rod le muestra un video donde el mismísimo Roddenberry comenta, en 1986, su idea de volver algún día a los orígenes y contar la historia de cómo se formó la primera tripulación del Enterprise. Hablaba, ya por entonces, de reunir a un nuevo reparto de jóvenes talentosos que explicaran como Kirk, Spock, McCoy, Scotty... se embarcaron en su primera misión conjunta a bordo de la nave insignia de la Federación. Y apostilla algo importante porque llega a afirmar que si alguien se atreviera a hacerlo, le gustaría que la gente pensara que lo había hecho mejor que él mismo.
Así pues, creo que Trek Nation es una experiencia muy inspiradora y consigue, desde el escepticismo inicial, hacernos ver lo excelsa que ha sido la saga Star Trek a lo largo de casi cinco décadas.