Más de 10.000 personas han visitado en Bilbao la Exposición que conmemora el centenario del Ferrocarril de "La Robla". "La mayoría de los asistentes -señala una nota informativa recogida en un medio local- se caracteriza por su vínculo al Ferrocarril y a los pueblos que se entienden a lo largo del trazado ferroviario".
Y aunque los organizadores olviden citar a Palencia -pues se habla de Cantabria, Asturias, Burgos, León-, aprovecho la ocasión que me brinda este espacio para recordárselo por la cantidad de notas que nos vinculan al homenaje que ahora se le brinda a este tren centenario.
Ya en Castrejón de la Peña cuentan que un tal Patricio, hombre meticuloso y muy característico, les hizo cambiar el trayecto en algunos tramos, debido a su conocimiento del lugar. Otro vecino de aquel pueblo recuerda a todos los chavales quitando nieve de las vías. En Santibáñez, sabemos que había una máquina permanentemente para ayudar a subir al tren hasta Aviñante. En Cillamayor, el tren se detenía y dividía la carga, primero subía una parte, luego otra y arriba vólvía a unirlas de nuevo.
Hace unos años tuve ocasión de realizar una entrevista -que se publicó en un medio vasco- al propietario de la maqueta de tren más grande de Euskadi, Manolo Herrera, oriundo de Santoña, que ha recorrido media Europa y España utilizando este medio de transporte, en viajes calificados de "estupendos", en tercera y con bocatas de tortilla y un buen trago de agua de botijo". "Ahora -afirmaba en aquella entrevista quien fuera cocinero en los últimos mundiales celebrados en Barcelona- la mitad de la juventud no conoce un viaje en tren, donde la convivencia y el trato con la gente es fundamental".
En la exposición de nuestro tren se ha hecho referencia a multitud de documentos de la época: escrituras, libros de contabilidad, actas del consejo de administración, fotografías, farolas, campanas, placas, herramientas de vía, taquillas y cientos de pequeños detalles que seguramente le resultarán muy familiares a nuestro gran especialista del tema José Pérez Llorente, muchos de cuyos trabajos pasaron por mis manos en aquellos años de bonanza.
Ahora mismo, Fernando García y Alvaro Carrasco, dos palentinos que han llegado a los medios nacionales con el invento del ciclorraíl, quieren evitar el desmantelamiento de un camino, por donde dicen que se transportaba el mejor carbón del norte, que salía de las minas de don Felipe Villanueva. El tiempo es un caballo desbocado que no respeta ni el recuerdo en el que se apoya tanta gente para darse ánimos, pero quiero vislumbrar cierta disposición a luchar por las cosas, a mantenerlas, a retomar los signos que fueron en otro tiempo el espejo y la vida de la montaña palentina.
Imagen: Ketari en Nirudia