Desde hace poco que se está escuchando una nueva denominación en el mundo de la belleza: Clean Beauty. Esta nueva tendencia tendencia busca promover un estilo de vida donde somos conscientes de los productos que compramos, no solo sabiendo sobre los ingredientes, sino también analizando el impacto ambiental: extracción de componentes, producción, distribución, uso y destino final una vez que ese producto cumplió su ciclo de vida (si es reciclable, por ejemplo). Es una tendencia que mezcla el cuidado personal con lo sustentable.
No solo hablamos de productos de belleza libres de tóxicos e ingredientes perjudiciales para la salud o con mala prensa, como el alcohol denat, las siliconas, aceite mineral, los ftalatos o los colorantes. También buscamos productos que no testeen en animales, buscando productos durables, veganos, provenientes de origen natural y sustentable, y no muy modificados desde que son extraídos. En verdad, no existe una definición avalada del concepto "clean", pero lo que se busca, en pocas palabras, es una conciencia a la hora de comprar y consumir. A grandes rasgos, me parece un movimiento copado... pero no todo lo que brilla es oro.
La mejor manera de comprar y adherir a este concepto clean beauty, más allá de que un producto se una a las filas mediante una comunicación, es leer las etiquetas de los productos. Analizar los ingredientes, las certificaciones (eco cert, cruelty free, sin aceite de palma, etc), como es el packaging, etc.Algunos tips para hacer nuestra belleza un poco más clean:- Comprar productos sin envase secundario (caja aparte) o que este sea de una fuente mixta.
- Comprar productos con menos plástico en sus envases o que sean provenientes de plástico reciclado.
- Usar pads de limpieza reutilizables, evitando el uso de algodón.Si bien me gustan para muchas cosas, sigo fiel a mis toallas para limpiarme la cara. Además podemos reutilizar retazos de toallas viejas: las cortamos en pedazos de 15x15 y se pueden usar perfectamente.
- Usar cepillos dentales, peines y brochas de bambú.
- Usar copa menstrual.
- Usar esmaltes libres de químicos.
- Elegir marcas con compromiso ambiental.
En nuestro mercado hay opciones de productos que adhieren a esta tendencia y seguramente van a aparecer otros. Eso también va a traer una movida de marketing donde quizás este tipo de productos sean más caros que los otros y es ahí donde también tendremos que estar atentas.Otro punto, y este no me gusta para nada, es que hay ingredientes que no son malos, como el alcohol, la fragancia o los sulfatos, simplemente son muy fuertes para la piel o necesarios en las fórmulas. Pero fuertes o no, no perjudican al medio ambiente, a pesar de eso igualmente están incluidos en el listado de "evitables". Ya se demostró que los parabenos no provocan cáncer, pero siguen en la lista. Los sulfatos son muy fuertes para la piel (pero no son malos, no causan enfermedades ni contaminan) y también están prohibidos. O sea: mucho marketing y poca investigación, se guía mucho por la creencia popular pero no por lo que dice la ciencia.Si bien hay marcas clean con excelentes fórmulas, el marketing me parece demasiado evidente. Además, creo que este movimiento hace más hincapié en el miedo, desinformación y comprar de una manera más emocional (miedo antes que confiar en un dermatólogo).Mi recomendación: podemos comprar, ser ecológicas y demás pero informándonos. No se dejen llevar por el marketing. Hay opciones clean muy copadas, pero habrá que aprender a separar las marcas que verdaderamente lo valen con las que asustan.En este post les mostré algunas opciones de productos más ecológicos.