Debo reconocer que amo la tendencia de divertirse cambiando el color en el pelo. Mi último deseo (no porque me esté muriendo, sino porque es el más nuevo) es teñirme el pelo de gris y sumarme al Granny Hair. Yo, la que no tolera verse una cana, quiere ahora todo el pelo canoso. Así es la moda: un día odiamos algo y al día siguiente lo amamos. Hablando de mis ganas en Twitter (en mi casa, marido puso el grito en el cielo y por eso prefiero no volver a tocar el tema), Thelma Contino, argentina viviendo en París y autora del blog DescubriendoParis.com, se ofreció a escribir un post sobre esta moda de mostrar con orgullo las canas naturales, eso si, nada de Granny Hair, sino dejar de taparse las canas.
Así que las dejo con el post que escribió Thelma:
"La moda se inclina cada vez más hacia lo natural, incluso en la moda, posiblemente como contrapartida a tantos cuerpos plásticos y caras irreales que se parecen cada vez más entre ellas y menos a sí mismas.
Primero aceptamos nuestras curvas, luego las primeras líneas de expresión y finalmente, de la mano de las famosas francesas y las rebeldes de Hollywood, las melenas blancas y grises empiezan a lucirse con orgullo y surge esta nueva tendencia: liberar las canas.
Para mi fue bastante sorprendente cuando me mudé a Paris, porque una cosa es ver a Meryl Streep en The Devil Wears Prada y otra es verlo en el trabajo, en una fiesta o por las calles. Sin embargo seguía siendo exclusivamente una moda post 60, que tenía muy poco en común con el granny hair, que se restringe a las más jóvenes y tardó en llegar a Francia.
El gran dilema sigue situándose en el medio: aceptar las verdaderas canas a los 30 o 40, especialmente para las que crecimos con el imperativo de ocultarlas. Además sigue vigente el todo o nada, es decir tener el pelo de un solo color parejo, ya sea sin ninguna cana o absolutamente cubierto de ellas. No hay lugar para el poivre et sel… pero de a poco algunas estamos empezando a reclamarlo y sentirnos con derecho a portar nuestro color de pelo natural: lleno de canas pero que todavía está lejos de convertirse en gris.
EN PRIMERA PERSONA
Dejar de teñirme implicaba un ahorro de tiempo y dinero, sumado a la sensación de sentirme honesta conmigo misma y poder verme tal cual soy. Pero también descubrí que eso mismo debería reinvertirlo en una nueva rutina de belleza o me vería avejentada y desprolija. Claro que es una rutina que personalmente disfruto mucho más y que considero que en el largo plazo es más saludable y efectiva.
Algunos consejos:
- Cuidá tu piel. Una piel sana y brillante va a contrarrestar el efecto "avejentador" de las canas.
- Definí tus cejas. Al cambiar el contraste entre el pelo y la piel las cejas van cobrar un nuevo protagonismo y marcar el contorno de tus ojos y tu mirada.
- Dale color a tu cara. Destacá tus pestañas, usá un labial con personalidad y no dejes de darle vida a tus pómulos con un blush en tonos durazno.
- Usá colores fríos. Está demostrado: los tonos amarillos, verde amarillento o mostaza no van con las canas. Los tonos fríos en los ojos, como una sombra lila, pueden levantar mucho la mirada y acompañar al color de pelo.
Pero hay algo que va más allá que me gustaría compartir con ustedes: esperen a estar seguras. El espejo les va a devolver una imagen diferente a la que están acostumbradas a ver y los primeros meses de transición pueden ser difíciles. No dejen que los comentarios negativos las desanimen: siempre va a haber gente que critique los cambios. Mientras se deciden, pueden empezar a prepararse para el cambio mejorando la rutina de belleza de la piel, poniendo atención a las cejas y practicando el nuevo make up.
¿Cómo pasar la transición?
El primer paso es el peor: dejar crecer las raíces y ver qué es lo que realmente hay debajo. Para la mayoría es casi imposible saber con qué se van a encontrar, especialmente si se tiñen desde hace muchos años. Una vez que dejaron crecer un poco las raíces, van a elegir el camino a seguir dependiendo del contraste entre la tintura y el color real. Algunas eligen teñirse de un tomo de gris parecido al del pelo y otras hacerse un corte radical, pero muchas canosas que no llegan a gris están eligiendo hacerse un teñido del color principal del pelo natural (por ejemplo en mi caso castaño oscuro) y reflejos de ese mismo color, que se van renovando cada aproximadamente tres meses, cada vez en menor cantidad, para que el cambio sea progresivo. De todas formas eventualmente va a ser necesario un buen corte, pero hay varios peluqueros expertos en tornasolados y puntas decoloradas que reorientaron esa especialidad al cabello con las canas aplicando algunas de las técnicas del granny hair y colores especiales a este período de transición.
El buen corte
Como les decía va a llegar el momento de cortar el pelo y lo ideal es hacerse un corte específico para canas. Son cortes más rectos que hacen que el pelo caiga entero sin desprolijidades y se entremezcle formando texturas de color más convenientes. Además, una vez que dejen crecer su pelo natural van a ver que van a tener zonas más lindas que otras y van a poder elegir un corte que las destaque. Les recomiendo mirar fotos de las vanguardistas para descubrir qué les gusta y qué no, y finalmente animarse a un corte osado para darle vida al nuevo color.
Cuidados específicos
Si hasta hace muy poco intentaban ocultar las canas, ahora van a hacer todo lo contrario: potenciarlas. De más está decir que el pelo tiene que estar espléndido, aquí no hay término medio, hay que nutrirlo con baños de crema y aceitas según cada tipo de pelo. Pero para que las canas se vean perfectas además tienen que eliminar ese tono amarillento y opaco que normalmente las afea con algún shampoo "blanqueador". Pero ¡cuidado! los blanqueadores contrarrestan el tono amarillento de las canas con algún tono violáceo que las neutraliza, si exageran y abusan van logran un tono azulado.
Algunos consejos:
- Elegir un shampoo específico para el nivel de canas que tengan (algunos deben usarse sólo en cabellos blancos o gris claro) como por ejemplo el Champú Silver Série Expert de L’Oréal Professionnel.
- Usar un peine de carbono que evite la electricidad estática, como el de Termix.
- Proteger el pelo de las radiaciones ultravioletas.
- Usar productos con pH ácido
- Dejar de usar secador de pelo con aire caliente.
En resumen, exhibir orgullosamente las canas es a la vez una liberación y un desafío.
Para quienes suelen seguir este blog y sus consejos, seguramente no será un gran cambio: sólo se trata de reajustar la paleta de colores y hacer algunos cambios en la rutina de belleza. El verdadero cambio es simbólico: dejar de asociar las canas con frases de connotación negativa (como la que inspira el título de este post) y sobre todo con un estado de abandono. Está en nosotras llevarlas con elegancia, belleza y un toque de osadía."
¿qué opinan? ¿se animarían a dejar sus canas al natural?