Tres 60 (Alex Ezkurdia, 2013)

La vida de Guillermo (Raúl Mérida) transcurre entre sus aburridas clases en la universidad, trabajos ocasionales como modelo que le dan para vivir holgadamente y su verdadera pasión, el surf. Todo cambia cuando descubre un antiguo carrete fotográfico en las obras de reforma de la casa de sus padres. Su revelado destapa enigmáticas imágenes y una cara conocida: su mejor amigo de la infancia, Iván, desaparecido hace ya demasiado tiempo. A medida que tira del hilo, la curiosidad inicial de Guillermo se convierte en una peligrosa investigación de consecuencias insospechadas. En sus pesquisas, contará con la ayuda de Daniela (Sara Sálamo), estudiante de Bellas Artes y aficionada a la fotografía profesional, en la que no puede dejar de pensar; con el apoyo incondicional de su compañero de olas, 'El Ruso' (Adam Jezierski); y con la pericia informática de su hermano menor, Mario (Guillermo Estrella). Ninguno de los cuatro es consciente de que el camino hacia la verdad puede cambiar sus vidas para siempre.
Calificación: 4,616.
Tráiler de la Película
Ficha:
Título Original: Tres 60.
Director: Alex Ezkurdia.
Guionista: Luiso Berdejo.
Intérpretes: Raúl Mérida, Sara Sálamo, Guillermo Estrella, Adam Jezierski, Geraldine Chaplin, Joaquim de Almeida, Manuel Morón, Pablo Viña, Marta Martín, Maiken Beitia, Carolina Ferré.
Productores: Luiso Berdejo, Juan Dakas, María Luisa Gutiérrez, Santiago Segura.
Fotografía: Johnny Yebra.
Música: Roque Baños.
Montaje: Fran Amaro.
Dirección Artística: Julio Torrecilla.
Diseño de Vestuario: Cristina Rodríguez.
País: España.
Lugares de Rodaje: Donosti-San Sebastián (España).
Fechas de Rodaje: De 10-09-2012 a 31-10-2012.
Año: 2013.
Duración: 97 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Drama, Suspense.
Estreno: 26-07-2013.
Distribuidora: Warner Bros Entertainment España, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Puntos Popularidad: 4.
Espectadores: 5.468.
Recaudación: 37.311,70 €.
Crítica:
29-07-2013 – JOSU EGUREN
Hermanos y detectives
No voy a darles la paliza con Hitchcock, los verosímiles y la imposibilidad de que el cine destinado al público juvenil se plantee articular con precisión los mecanismos del suspense, porque esta es una batalla que se perdió hace tiempo, pero sí me interesa llamar la atención sobre las acciones que desbaratan un producto que podría haber rentabilizado mejor su escasa inventiva con un mínimo riesgo.
Aceptamos la necesidad de que los protagonistas luzcan pechos, culos, abdominales y carrilleras, aunque en un par de ocasiones queda expuesta la mirada lasciva del director, que espía a Sara Sálamo a través de sus propios ojos revelando su discutible condición de voyeur, lo que resulta difícil de asimilar es la omnipresencia de un guionista que maneja con descaro los hitos narrativos que jalonan la película para encajar con dificultad las piezas de un relato menos complejo de lo que pretende. Todos los problemas, todos los quebraderos de cabeza del guionista se resuelven mediante elipsis que absorben el escaso pulso dramático de la historia en un agujero negro formado por una espiral de cortes netos, dando lugar a situaciones y diálogos absurdos.
¿A dónde van esos infinitos lapsos de tiempo interrumpido? No existen, no computan, son transiciones molestas de las que conviene desembarazarse para evitar que el espectador formule preguntas para las que no existe respuesta. La elipsis se transforma en el cajón de sastre de un guión manipulado por la puesta en escena de un debutante Alejandro Ezcurdia que expone con maña un discurso televisivo maqueado por la fotografía de Johnny Yebra. Cuesta cerrar los ojos ante el cambio en el punto de vista que coloca en primer plano a una Geraldine Chaplin peripatética pero, una vez superado éste trance, Ezcurdia contraataca con un desenlace atropellado (o improvisado) que planta la semilla de un dilema hormonal resuelto por la vía del espacio en off.
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