Sea como fuere, este burgomaestre que les habla (si es que hay alguien ahí con deseos de escuchar todavía al “viejo chiflado en situación de retiro voluntario”) empleó este medio que contiene este “mensaje en la botella” para hablar de temas que eran importantes para él en ese momento, como mis queridos tebeos Bruguera o mis entrañables actores españoles. Luego se permitió el lujo de obsequiar a su menguada audiencia con relatos de su cosecha, cuya cualificación, en cuanto a calidad literaria, dejo al compasivo criterio del amigo lector. Y desde la publicación del último, este blog ha vivido un largo periodo de silencio en el que nada más que amar, trabajar y, en suma, vivir ha ocupado el tiempo de quien debía alimentarlo. Paradójicamente, ese silencio ha estado lleno de ruido, porque este burgomaestre ha estado pergeñando canciones todo el tiempo, canciones (hablamos de unas cincuenta), en su mayoría de amor, y en su casi totalidad dedicadas a su adorada esposa, María Ángeles. Y como, recientemente, ha empezado a ponerles videos caseros para ilustrarlas, aquí les puedo dejar, amigos de Lady Filstrup, alguna muestra de ellas, abusando de su conocida e inveterada paciencia.
Espero que les haya gustado algo de esta modesta galería sonora y visual. Uno nunca ha sido, en esta vida, nada más que un “amateur”… en todos los sentidos de la palabra. Y, francamente, no me veo, en los cincuenta años de vida que me quedan, siendo ninguna otra cosa distinta.