Tres candidatos, un programa

Publicado el 05 junio 2011 por Pabloperezarmenteros

Foto CNBC

Portugal acude de manera anticipada a las urnas en unas elecciones marcadas por el millonario rescate que recibirá el nuevo ejecutivo luso para no caer en bancarrota. La Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo, emisores de la ayuda, han impuesto un drástico plan de austeridad que los tres principales partidos se han comprometido a seguir a rajatabla. Todo parece indicar que será el Partido Social Demócrata el encargado de ponerlo en marcha. Sea quien sea, el programa de gobierno luso para los próximos cuatro años ya está escrito.

Hace exactamente un mes, la llamada troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo) anunciaba en Lisboa el acuerdo alcanzado con el gobierno socialista de José Socrates. Se trataba de un préstamo a tres de 78.000 millones de euros con el objetivo de sanear las cuentas públicas de los lusos. Unas arcas que presentan un déficit del 9,1% del PIB y una deuda púbica del 93% según los últimos datos de Eurostat. Un escenario difícil, pero no el peor. España, por ejemplo, le supera en déficit (9,2%) y Grecia e Italia, con porcentajes superiores al 100%, en deuda.

Lo que nadie sabe, en Portugal, es en que se van a traducir las necesarias y obligadas medidas de ajuste. Los tres principales candidatos a Primer Ministro se han encargado de camuflarlo entre descalificaciones y críticas al rival para no hacer frente a la realidad que les espera en periodo de campaña. Aunque estén juego el futuro del país, también está en juego el “trono” del gobierno. Y tanto el Partido Socialista (PS), el conservador Partido Social Demócrata (PSD) y el derechista Centro Democrático Social (CDS), no están dispuestos a que la verdad les arruine su gran historia.

Como si fueran unas elecciones más, se han ocultado o maquillado datos por el bien común (el de los partidos). Así, con un programa impuesto y conjunto, las diferencias están en los matices, en las interpretaciones. El desgastado Sócrates (uno de esos políticos de raza, capaz de utilizar siempre el verbo de la manera perfecta) y el favorito Passos Coelho han navegado en sus campañas por aspectos como la fusión o desaparición de ministerios o el aumento de impuestos (IVA) para compensar la reducción de la contribución de las empresas a la Seguridad Social. Asuntos menores si los comparamos con la flexibilización del mercado de trabajo y el abaratamiento del despido, o el encarecimiento de la salud pública. Ambas, medidas firmadas y aceptadas, impuestas por la troika, y de las queapenas se ha oído hablar en campaña. Y cuando se ha escuchado, las interpretaciones han sido más populistas que poderosas.

A los Portugueses les espera un tremendo ajuste en los ingresos anuales de las familias, una importante subida de impuestos a todos los niveles, una “adaptación” de sus salarios y un dramático recorte de prestaciones sociales.

Todo cortesía de la llamada troika que ha utilizado los ingredientes de su receta estándar. La misma que utilizaron en Grecia y que, hasta hoy, nunca ha demostrado su eficiencia. La meta es conseguir un déficit público del 3% del PIB para 2013.

Hasta entonces, el “afortunado” futuro primer ministro portugués, tiene poco que pensar, mucho que recortar y demasiado por recibir. De su maestría para aguantar el chaparrón social y mediático que le espera en su legislatura depende, en parte, el futuro del país.