Extraña encontrar una programación con tres bloques tan diferenciados en cuanto a intérpretes y obras, razón por la que lo primero que se me vino a la cabeza fue una famosa marca de aceite: "Tres en uno". Ya en casa y tras la cena me dispongo a intentar razonarlo:
El maestro Haider lleva tiempo embarcado en recuperar e incluso grabar la integral del compositor italo-alemán, y está rodeándose de los mejores solistas para ello, varios reunidos en el programa para hoy elegido y continuación de las sesiones de estudio para el sello vienés Philartis estos días atrás.
Si entonces en Pravia destacaba Rispetto a doble coro, hoy quiero también destacar la Frottola y el único con texto en alemán, Die Lehre (La moraleja).
Siguieron "los leones" con La Passione, Op. 21 (1937), obra de más enjundia sobre textos religiosos populares en italiano, siempre bien resaltados y realzados cual Palestrina del siglo XX siempre apoyando la palabra desde la música, con unos cambios de tempi muy logrados y una final con unos graves que siguen asombrando. Aplausos prolongados y merecidos al finalizar estos dos bloques a capella.
De los intérpretes excelente el catalán, con emisión perfecta y timbre homogéneo en todo el registro; el alemán en la línea de los "tenores de oratorio" aunque con un color vocal más grueso pero de volumen limitado; el coro afinado, compacto y atento a todos los requerimientos desde el podio en sus breves intervenciones -destacar la parte con el excelente solo de violín de la primera parte y su "paralela" con flauta de la segunda- y una orquesta que con Haider suena "más escénica" que sinfónica.
Descubrir a estas alturas a Bros, y menos en Oviedo, no ha lugar. Nos deleitó con los cuatro lieder de fuerza, no sólo expresiva sino dinámica, y con esos potentes agudos que tanto gustan por estas tierras, aunque algo excesivos para algún lied de los ofrecidos y originalmente con acompañamiento de piano: Liebeshymnus, Op. 32/ 3 (de los Fünf Lieder), Cäcilie, Op. 27/2 (de Vier Lieder), Zueignung, Op. 10/1 (de "Letzte Blätter") y Heimliche Aufforderung, Op. 27/3 (de Vier Lieder), personalmente el que más me gustó. Su señora cantó las canciones más líricas e íntimas, perfectamente adaptadas y elegidas para su línea de canto, con gusto y buen "decir" aunque algo escasa y opaca en el registro grave: el conocidísimo Morgen, Op 27/4 (de Vier Lieder), Allerseelen, Op. 10/8 (de "Letzte Blätter"), Meinem Kinde, Op. 37/3 y Ständchen, Op. 17/2 (de los Sechs Lieder). De propina repitieron cantando juntos el Zueignung en la orquestación del propio R. Strauss.
Aunque sea un fan de "los leones", no me hubiese importado un monográfico con José Bros.