"Desde que están los fachas en el poder – se refiere al gobierno de Rajoy – vamos para atrás como los cangrejos en la arena"
"Durante la dictadura – exclamaba el camarada con el bastón en la izquierda – el obrero de toda la vida. Las manos ásperas del campo perdieron la poca fuerza que les brindó el paréntesis republicano". "Los sindicatos fueron abolidos por los antojos de Franco y, la cuestión social a la que antes te aludía, no se solucionó hasta bien entrada la democracia". "Las monjas y los obispos – se refiere al Clero de la posguerra – tejían con sus agujas los trajes de la dictadura". "¡Malditos curas y monaguillos!, cuánto daño nos hicieron a los rojos de la república". "Franco – seguía don Gregorio, mientras apagaba el cuarto ducados en el cenicero de Zapatero – nunca quiso una España vertebrada. Los adelantos de la República en materia territorial fueron truncados por el ordeno y mando del Generalisimo". "La cuestión territorial, querido Alejandro, siempre nos acompañó desde los tiempos de Castilla y Aragón".
"Hoy en día – intervino el hijo de Gregorio, mientras abría el último melón de la cosecha de su huerto - la cuestión social, a la que usted antes se refería, está sin solventar a estas alturas de la democracia". "Las altas tasas de paro y la precariedad en el empleo no han conseguido calmar las aguas entre las orillas del dinero y las migajas del lazarillo". "Desde que están los fachas en el poder – se refiere al gobierno de Rajoy – vamos para atrás como cangrejos en la arena". "Estos tíos de la derecha casposa, nos están llevando por el camino de la amargura". "Para no ir más lejos – sigue Alejandro, mientras le escucha atentamente su padre – el otro día salimos en el New York, fuimos portada con la cara más fea de nuestros días". "Si te das cuenta, estamos reflejándonos en los mismos lagos que Grecia se reflejó hace menos de dos años". "Miles de indignados a las puertas de un congreso y, policías mal pagados, dando porrazos a ciudadanos como ellos, que solo expresan en la calle la ira contra sus élites".
"La cuestión religiosa – continúa Alejandro, mientras echa café en la taza del camarada – ha sido maquillada por la aconfesionalidad constitucional". "Pero aún así, seguimos con un gobierno de liberalismo-cristiano que barre sin decoro para el interior de sus sotanas". "Me indigna profundamente que el señor Mas solicite la independencia en un país, precisamente caracterizado por su modelo de autonomías". "Está en su derecho, claro que sí, de manifestar a través de su pueblo la autodeterminación de su tierra. Ahora bien, o se cambian las leyes, o tal y como están las reglas de juego este partido – se refiere a las intenciones de Artur – no podrá ser jugado". "Las tres cuestiones que antes usted decía – se refiere a su padre – siguen vivas y perennes en los principios del XXI. Unas menos que otras, eso es cierto, pero; si seguimos por la senda de la derecha: lo que hoy son cuestiones mañana serán dogmas".
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