Ya habíamos coincidido en algunos lugares comunes de este gran medio de comunicación que es internet, pero nunca me había puesto en contacto directamente con él ni había podido acceder a sus vinos. Finalmente, logré ambas cosas, y he aquí el resultado.
El primer vino que probé se elabora con uvas 100% Merlot procedentes de viñedos de 10 años plantados en suelos franco arenosos con cantos rodados y situados a unos 755 metros de altitud en Bocos de Duero (Valladolid). Vendimia manual, despalillado, vinificación en depósitos de acero de 1000 litros con remontados diarios. Maceración de 12 a 15 días y maloláctica también en acero. Trasiegos, descanso y embotellado en marzo de 2011. El resultado, 46 cepas 2010 (VT de Castilla y León, tinto joven 100% Merlot, Bodegas Maestro Tejero). Un vino que nos muestra un color rubí algo apagado, de capa media con ribete violáceo. Tiene una nariz de intensidad media, muy agradable, con un primer golpe de herbáceos y flores, seguidos de fruta roja en abundancia y recuerdos como ahumados. En boca es un vino agradable, fresco, muy frutal, con acidez muy buena y notándose un tanino algo verde que deja un final secante que no está mal. Pierdes la cuenta de las copas que te bebes.
El turno correspondió luego a un vino elaborado con uvas procedentes de dos viñedos, uno en Valtiendas (Segovia) con suelo de cantos rodados y subsuelo arcilloso, a 1000 metros de altitud, y otro en Peñafiel (Valladolid), de suelo franco arenoso con cantos rodados, a 755 metros. Vendimia manual, 80% despalillado, vinificación en depósitos de acero de 1000 litros, por parcelas y variedades, con remontados diarios. Maceración de 12-15 días, maloláctica en acero, y posterior crianza de 9 meses en barrica de roble francés azuelado con trasiegos cada 3-4 meses. Clarificado con claras de huevo naturales antes del embotellado. Así nace Viña Almate 2010 (VT de Castilla y León, tinto con crianza, 80% Tempranillo, 20% Cabernet Sauvignon; Bodegas Maestro tejero). Viste de color picota granatoso con ribete violáceo. La nariz es de buena intensidad, muy agradable, con mucha fruta roja en primer plano, que deja ver además un vino especiado y balsámico. En su paso por boca es fresco, agradable, ligero, muy frutal, con retronasal especiado y tanino suave. Muy rico.
Para terminar, el tercero de los vinos de Alfredo que pude disfrutar. Viñedo situado en Valtiendas, a 900 metros de altitud, con fondo de arcilla y superficie de cantos rodados. Vendimia manual, racimos despalillados y vinificación en depósitos de acero de 1000 litros con remontados diarios y maceración de 12-15 días. Maloláctica durante 20-30 días en barrica francesa y crianza de 16 meses en barrica de roble francés azuelado con trasiegos cada 4 meses. Clarificado con claras de huevo frescas antes de su embotellado. Con estos mimbres se tejió Castrillo de Duero 2009 (VT de Castilla y León, tinto con crianza 100% Tempranillo, Bodegas Maestro Tejero). Nos enseña un precioso color burdeos de capa alta con ribete sorprendentemente violáceo aún. En nariz, asoman primero aromas como avainillados, que dan paso enseguida a los especiados y a la fruta roja que lo envuelve todo, dando paso al final a balsámicos suaves. En boca es un vino fresco, de cuerpo medio, muy frutal, con acidez alegre y tanino presente y algo secante, teniendo un final muy agradable. Un vino muy rico, del que se bebe una copa tras otra, y que quizá aún mejore con un tiempo de botella.
Tres vinos, tres, de esos que te dicen algo, que te hacen sonreír, que disfrutas bebiéndolos. Gracias, Alfredo, por hacerlos.