Tres deseos para tres Reyes

Por Jmsalas @drjmsalas

Toca escribir la tradicional carta Con Tinta de Médico a los Reyes Magos, y como siempre debe comenzar con el clásico:

Queridos Reyes Magos

Este 2014 personalmente fue un año muy duro, y no sé si realmente me merezco algún regalo. Un año de insomnio de besos, divorcio y corazones rotos. Un año de numerosas publicaciones en el blog cargadas de humanizadas historias de urgencias, de increíbles cuentos homeopáticos e inesperados invitados de origen africano a nuestro sistema. El año en el que un virus llamado Ébola nos hizo olvidar la gripe A.
Doce meses de dolorosas y perseguidas verdades Con Tinta de Médico sobre una desilusionante atención primaria que parece que tocó techo. Y es que de nada sirve asistir a congresos a las orillas del mar si no somos capaces de visitar a nuestros pacientes a pocos metros de nuestra consulta.

Pues bien, como mi madre me dijo un día, tres reyes, tres regalos. De modo que sin más rodeos, iremos al grano.

Querido Melchor, me gustaría que la utopía de la sanidad universal pueda ser algún día una realidad en nuestro país. Que los inmigrantes irregulares que residen en España puedan tener acceso a un sistema que les cerró injustamente sus puertas. Que aquellos afectados por la hepatitis C tengan la oportunidad de recibir un gratuito tratamiento para su enfermedad. Y que las personas dependientes vuelvan a tener esa necesaria ayuda que antes se les proporcionaba.

Distinguido Gaspar, me encantaría que la atención primaria recuperara su razón de ser. Que se gestara una revolución que ilusionara a los médicos a estudiar esta especialidad. Que los acomodados compañeros sintieran la necesidad de volver a ejercer su profesión con ganas y entusiamo. Y que los pacientes renovaran sus votos de confianza en el sistema. Y es que, este árbol de la sanidad solo puede ser fuerte con unas sólidas raíces.

Estimado Baltasar, tal vez me toque pedirte algo que rebasa tus posibilidades, pero este 2014 nos enseñó, que los virus no respetan las fronteras ni el color de la piel. Por eso me gustaría que los Gobiernos, la industria farmaceútica y los profesionales tomáramos conciencia de esta realidad, que este injusto mundo está lleno de problemas de salud que se pueden solucionar con un mayor esfuerzo, trabajo e inversión. La Desnutrición Infantil, la Malaria, el Sida, la Tuberculosis, el Chagas o el mismo Ébola están matando personas, y no deben caer nunca más en aquel cajón del olvido.

No os voy a pedir nada más de momento, aunque no será por falta de imaginación, a priori no vendría nada mal una despolitización de la sanidad, ni que surgiera una oportunidad para trabajar en España, para aquellos compañeros médicos y enfermeros que están en paro o tuvieron que emigrar al extranjero en busca de un empleo.

De cualquier modo, prometo que este año me esforzaré por terminar aquellos proyectos que inicié en años anteriores. Estoy convencido que este 2015 será un año inolvidable.

Un saludo y cuidado cuando saltéis la valla.

J.M. Salas

<Este año se publicará Con Tinta de Médico, Diario de un médico de Urgencias adicto a la noche>