Tres libros de Paulo Coelho

Publicado el 25 septiembre 2017 por Roberto Augusto Míguez @letraminuscul

He leído tres libros de uno de los escritores más conocidos del mundo: Paulo Coelho. Una de las razones de que lo haya elegido es que Neus Arqués lo cita en Marketing para escritores como un ejemplo a seguir.

La primera novela que leí es El alquimista. Uno de los libros más vendidos de todo el siglo XX. No voy a resumir el argumento que puede leerse en cualquier parte. Me ha sorprendido su brevedad, la sencillez del estilo y de la historia hace que parezca destinado a un público juvenil, casi infantil, más que a un lector adulto. Es un libro perfecto para un día de playa o para leer tranquilamente en un parque. Una de sus ideas básicas es que “cuando quieres algo, todo el Universo conspira para que realices tu deseo”.

El segundo libro que he leído es La quinta montaña. Me ha gustado más que El alquimista. Coelho desarrolla una historia bíblica ubicada en el mundo del Antiguo Testamento protagonizada por el profeta Elías. Está bien escrito y la historia es dinámica y atractiva. Me parece una novela bastante buena.

No puedo decir lo mismo del tercer libro: La bruja de Portobello. Me resulta imposible sentir algo de simpatía por ese personaje. La técnica narrativa usada, el relato de testimonios de los que la han conocido, no funciona y hace que su lectura sea menos atractiva que si hubiera empleado un narrador omnisciente convencional. Sin duda es una obra fallida. Después de leer este libro he entendido muchas de las críticas que se hacen a la obra de Paulo Coelho y que no me parecían tan justificadas en las otras dos novelas.

Creo que Coelho es un hábil narrador que sabe conectar con el público, algo muy difícil de conseguir. No comparto ciertas críticas elitistas que se le han hecho diciendo que su obra “no es literatura”. Parece que un autor que vende mucho debe ser necesariamente malo y esto no es así. Una prueba de ello es el éxito de Vargas Llosa o de García Márquez. Paulo Coelho es un excelente comunicador y ha sabido gestionar su carrera literaria con gran habilidad. Domina, además, las redes sociales y todas las posibilidades que da Internet, algo que no pueden decir muchos autores de su generación y más jóvenes. Se puede aprender mucho de él.