Desafortunadamente hay mucha gente hablando sobre social media con poco conocimiento sobre lo que dicen, contribuyendo así al desconocimiento general… No digo que lo hagan con mala intención, pues la mayoría repite lo que escucha o lee.
El problema es que resulta difícil contrastar o comprobar muchas afirmaciones, lo que permite que se sigan perpetuando como válidas, sobre todo con la ayuda viral de la propia Red que las difunde.
Les dejo tres simples pero importantes paradigmas (hay más) que se siguen repitiendo y de los que hay que deshacerse cuanto antes:
Paradigma 1: “Escuchar, escuchar y escuchar”
No hay congreso, charla o mesa redonda sobre social media de las que he asistido, en la que alguno de los ponentes no diga que “hay que escuchar”, haciendo referencia a las conversaciones que se suceden en la Red; pero como si se tratase de una premisa sine qua non, en la que al parecer no podemos más que escuchar sin decir nada, como si del hecho de “escuchar” dependiera prácticamente el futuro de nuestro Plan de Social Media.
Entiendo que la idea de la primera persona que mencionó coherentemente lo de “escuchar” fue la de tener un punto de referencia o de situación inicial, pero seguramente siguió diciendo que también “había que actuar”, …pero los que decidieron repetir el mensaje a partir de allí se limitaron a destacar “lo de escuchar” como si fuese algo perenne, o tan pasivo, como para no hacer nada más.
Matizo: “escuchar” en social media no tiene nada de malo, pero sigue siendo un aspecto de relativa importancia.
Lo que recomiendo a mis clientes, es iniciar la estrategia con una conversación y no necesariamente con una “escucha” pasiva, ya que se obtienen mejores “escuchas” luego de una interacción bidireccional, que cuando sólo escuchamos sin interacciones previas.
Como en cualquier conversación, en las redes sociales podemos hablar y escuchar, incluso podemos comenzar hablando nosotros y luego “escuchar”. Si al principio sólo nos dedicamos a escuchar no sabremos qué efecto tienen nuestras acciones en la comunidad y nos estaremos perdiendo de una buena parte de sus opiniones (sentiment).
Paradigma 2: “El Community Manager no tiene influencia sobre lo que sucede en una comunidad. La comunidad se gestiona a sí misma”
¿Por qué no? Un Community Manager puede y debe influenciar a su comunidad, ya que es responsable de todo lo que sucede en ella.
Entiendo que el primero que lo dijo tenía la intención de destacar que un control exhaustivo era contraproducente (y lo es), pero por supuesto que la influencia es vital para poder ser efectivos en nuestras interacciones.
Más que una cuestión de control, se trata de la responsabilidad que tiene el Community Manager sobre la experiencia (sensaciones) que ha de crear en su comunidad, así como su función de líder para con las personas que forman parte de dicha comunidad.
¡Es que las mismas palabras y el mismo concepto lo indican! “Community Manager”; es decir, la persona que dirige a la comunidad… y dirigir tiene que ver con la influencia, con la fidelidad, y hasta cierto punto, con el control de todo lo que allí sucede y deja de suceder.
En realidad, decir que una comunidad se gestiona a sí misma es algo exagerado. Si no fuese por los que continuamente dinamizan y aportan, existiría una Red, pero no una comunidad; es allí en donde entra el Community Manager y su influencia.
Paradigma 3: “No intentes generar tu propia Red y busca a tu comunidad en facebook y twitter”
Existe otra creencia erróneamente arraigada, en la que muchos de los que hablan en la actualidad sobre social media, recomiendan empezar directamente en facebook y/o twitter (a veces linkedIn), bajo el supuesto de que no es posible comenzar una comunidad desde cero en una plataforma propia.
Nada más lejos de la verdad, si alguien no sabe cómo crear una comunidad, seguramente insistirá en que se debe comenzar con facebook o en twitter, ya que es relativamente fácil conseguir contactos, seguidores, amigos y “me gusta” (aún se usa la palabra “fan”) lo que da una impresión subjetiva de “éxito” y de relevancia en la Red.
Cuando se carece de una estrategia o se tiene poco presupuesto, lo más seguro es que se empiece en facebook o en twitter, ya que es prácticamente imposible saber cómo crear comunidad sin recursos o sin un mínimo de inversión; debido a que la investigación y el análisis hecho por profesionales son la única forma de saber en dónde está nuestra comunidad, así como cómo crearla y hacerla crecer.
Pero es evidente que sería un mal comienzo, con resultados también errados, y hasta molestos para los usuarios, de estas herramientas.
Este error está muy relacionado con el de pensar que: “hay que estar en todas las redes” o que “muchos amigos” es mejor que “buenos amigos”, siendo el recurso de la “cantidad” muy usado por los que desconocen cómo atraer “calidad” para conformar una verdadera comunidad.
Por lo tanto… Sí que es posible crear comunidades en redes propias, y de hecho no resulta nada difícil cuando conocemos ciertos aspectos claves sobre la identidad, los intereses y las jerarquías de los posibles miembros de la misma.
Reflexión: Pues estos son los tres paradigmas que más me preocupan, pues son de los que siguen arrojando ignorancia entre las personas que tienen interés en el Community Management y en cómo funciona una verdadera estrategia de social media, perpetuando así el desconocimiento de esta profesión en la Red.
Así que la próxima vez que escuches a un ponente repetir estas afirmaciones, o incluso la próxima vez que lo leas, levanta la mano y pídele que lo argumente usando ejemplos en los que se haya involucrado profesionalmente.