Creo que estas tres películas ilustran muy bien de lo que quería hablar. Las dos primeras usan la metáfora de la casa a construir como la propia vida, una metáfora que creo es muy poderosa. Hablan de demoler viejos cimientos y de construir cosas nuevas y mejores. En cuanto a la tercera, no hay casa, pero si un proyecto, un sueño que muchos considerarían de locos: poder pescar salmón en los desiertos de Yemen. Imagino que a muchos les habrán dicho también que están locos, o que son unos soñadores sin remedio cuando han querido emprender un nuevo proyecto de vida, un nuevo negocio, la compra de una casa, marcharse lejos, o empezar una nueva relación. Pero ellos han emprendido su camino sin importarle los obstáculos que se encontraran, o si tenían que nadar contracorriente como el terco salmón. Si hoy recomiendo estas tres películas, es porque creo que mandan un mensaje positivo: imagino que el rollo de que el japonés emplea la misma palabra para decir crisis que para decir oportunidad ya esta un poco trillado, y no se si es exactamente cierto, pero lo que sí lo es es que tan solo hace falta un poco de actitud para convertir la una en la otra. Y hasta aquí llegamos hoy. Nos vemos muy pronto y ya os cuento más cosas. ¡¡Besitosss!!
Creo que estas tres películas ilustran muy bien de lo que quería hablar. Las dos primeras usan la metáfora de la casa a construir como la propia vida, una metáfora que creo es muy poderosa. Hablan de demoler viejos cimientos y de construir cosas nuevas y mejores. En cuanto a la tercera, no hay casa, pero si un proyecto, un sueño que muchos considerarían de locos: poder pescar salmón en los desiertos de Yemen. Imagino que a muchos les habrán dicho también que están locos, o que son unos soñadores sin remedio cuando han querido emprender un nuevo proyecto de vida, un nuevo negocio, la compra de una casa, marcharse lejos, o empezar una nueva relación. Pero ellos han emprendido su camino sin importarle los obstáculos que se encontraran, o si tenían que nadar contracorriente como el terco salmón. Si hoy recomiendo estas tres películas, es porque creo que mandan un mensaje positivo: imagino que el rollo de que el japonés emplea la misma palabra para decir crisis que para decir oportunidad ya esta un poco trillado, y no se si es exactamente cierto, pero lo que sí lo es es que tan solo hace falta un poco de actitud para convertir la una en la otra. Y hasta aquí llegamos hoy. Nos vemos muy pronto y ya os cuento más cosas. ¡¡Besitosss!!