Vamos a poner un poco de rock and roll a la semana que empieza y por eso queremos aderezar los días con un poco de picante. ¿Os atrevéis? Advertimos que las tres ideas que os vamos a presentar, que hemos sacado de productos de nuestra tienda, son aptas sólo para paladares osados. Are you ready? Let´s go!
Pasta de curry picante
La India es un país cuya gastronomía nunca deja de sorprender. Y es que su variedad es enorme. Uno de sus platos más conocidos es el curry. Gracias a su sabor se ha extendido su consumo y es fácil encontrar productos con los que prepararlo. En nuestra tienda, por ejemplo, tenemos esta pasta de curry picante, perfecta para una base de curry. Está elaborada con especias indias. ¿Cómo consumirla? Aquí va una idea. Se cogen dos cebollas y se cortan. Después se sofríen en aceite de semillas hasta que pillen un tono dorado. Una vez en este estado se añaden aproximadamente 250 gramos de carne (de pollo o ternera). Se remueve y después de dos minutos se le añade 2 cucharadas de esta pasta. Se remueve de nuevo y se añade media taza de agua hirviendo. Se cubre y se deja al fuego hasta que la carne esté hecha. Así de fácil. Lo mejor es servirlo sobre una base de arroz.
Salsa Valentina Etiqueta Negra
Si hablamos de picante otra latitud del planeta que no podemos dejar de visitar es México. Allí la devoción por el picante es algo que se tiene desde pequeño. Hay que ir con cuidado si no se está acostumbrado porque una cucharada de algo fuerte puede tumbarnos. Una de esas salsas peligrosas, pero tremendamente adictivas, es esta Salsa Valentina de Etiqueta Negra. Está hecha a base de chiles secos puyas y serranos, agua, ácido acético, vinagre, sal, especias… En México es muy fácil de encontrar y se usa en todo tipo de platos como frituras, papas fritas, mango, naranja… ¡E incluso para aderezar las palomitas de maíz! Además es un ingrediente común en varios cócteles como la Michelada. Nosotros podemos empezar usándola en las patatas bravas poco a poco hasta acostumbrarnos.
Aceite de chiles
El aceite de chiles surgió en América, pero pronto se convirtió en un ingrediente muy popular en China. Se obtiene a través de la infusión de chiles picantes rojos con un aceite vegetal (soja, sésamo o oliva). Es un aceite anaranjado picante que se usa en numerosas recetas. Por ejemplo, una manera de probarlo es sobre una pizza, ya que le da un toque muy interesante. No hay que confundirlo con el tabasco, ya que son dos productos totalmente distintos. También se puede añadir a cualquier salsa o aliñar una ensalada con él. La cuestión es ir probando. En nuestra tienda, por ejemplo, disponemos de varios. Uno es este aceite puro de chile, hecho con aceite de soja.