La historia de Clos Dominic se inicia allá por 1986, cuando Paco y Dominic compran su primera finca en Porrera. En 1998 adquieren "La Tena", la madre de todo el proyecto vitivinícola de la casa. En el año 2000 deciden dejar de vender uva e iniciar su propia aventura. Bodega de pequeña producción, basada en el cultivo ecológico, usando exclusivamente levaduras indígenas, sin rectificados, clarificados o filtrados, cuyo trabajo y filosofía da como resultado unos vinos, como poco, muy personales.
El básico de la casa es un tinto elaborado con Cabernet, Garnacha y Cariñena, con una crianza de 14 meses en roble francés de segundo año. Clos Petó 2008 (DOCa Priorat, tinto con crianza; 50% Cabernet Sauvignon, 40% Garnacha, 10% Cariñena; Clos Dominic) nos muestra un color granate algo apagado, con ribetes granatosos. Aromas de buena intensidad, licoroso, destacando en primer plano la mineralidad, como de pizarra, sobre un fondo de fruta roja madura y notas especiadas sutiles. En boca es un vino de cuerpo medio, mineral, algo tánico, pero agradable en conjunto. Tras unas 24 horas abierto, se hace más sutil, ganando presencia la fruta y haciéndose el conjunto más delicado y armonioso. Un agradable básico, que marca su origen, y que se bebe bien. Aun así, me gustó algo más el 2007.
Para terminar, el hermano mayor de los "Vinyes". Elaborado únicamente con uvas de las viñas más viejas de Garnacha y Cariñena del coster, con algo de uva blanca añadida durante la maceración. Crianza de 18 meses en barricas nuevas de roble Allier. Este Vinyes Altes 2007 (DOCa Priorat, tinto con crianza; 80% Garnacha, 20% Cariñena; Clos Dominic) es un vino de un intenso color picota oscuro con ribetes entre el rubí y el granate. Se muestra en nariz muy elegante y de buena intensidad, con bosque y madera, notas especiadas, mineral, licoroso, dejando pasar los recuerdos de ciruela pasa y apareciendo con la evolución en copa el chocolate. En su paso por boca es cálido, frutal, intenso, muy mineral, con un final largo y lleno. Buen vino, con marcado carácter y personalidad.
Tres vinos que rezuman personalidad y carácter, reflejo de un buen hacer en el viñedo y la bodega. Ojo sobre todo a Vinyes Altes, un vino que con suficiente aireación y sin dejar que pase su momento de consumo, puede dar muchas alegrías.
He de reconocer, aun así, que por más que me pongo a ello, no acabo de cogerle el punto al Priorat, no soy capaz de disfrutar con estos vinos como con los de otras regiones. Igual es que no he encontrado "mi" Priorat.