Aquí nadie sabe nada, todos son tontos, despistados y cometen errores. Qué sencillo es vivir en la ignorancia, qué reconfortante. Nuestro duque favorito está a punto de ahogarse: no sabe nada. Lo engañaron como a un chino.
Y como no hay dos sin tres, nos ha salido el tercero: Garzón. Se equivocó, pero no prevaricó. Lo dicen su excompañeros de la carrera judicial. Con el Gurtel lo echaron, después no quisieron topar con la banca y el del Santander prescribió; y ahora el triángulo se completa con la absolución por la investigación de los crímenes del franquismo. Un pequeño error. Con esta absolución le dan la puntilla: No subirá a los altares. No es país para mártires.