Treta de FS impide investigar escándalo de La Herradura

Publicado el 29 diciembre 2011 por Paulmontjoy94


Publicado por Correo
LIMA -

Igual que todos. Pese a que Fuerza Social pretendió presentarse ante sus electores como una opción política distinta por su carácter de izquierda, ayer demostró que no tiene ningún empacho en recurrir a las prácticas más nocivas de los peores partidos.


Y es que ayer, en sesión de concejo, se debía evaluar el tema del fallido arenado de la playa La Herradura -el último fiasco de la alcaldesa Susana Villarán-, que apenas duró 24 horas y dejó toda una obra en estado calamitoso.
Así, apenas iniciada la sesión, el regidor del PPC Alberto Valenzuela le pidió a la alcaldesa Villarán que le retire la confianza a Augusto Ortiz de Zevallos, presidente de la Autoridad del Proyecto Costa Verde; a Miguel Prialé, presidente del directorio de Emape; y a Rafael López, gerente general de Emape, así como a quienes resulten responsables de la ejecución de la referida remodelación.
Al sustentar su moción, Valenzuela consideró desatinadas las declaraciones brindadas por estos funcionarios para justificar el problema del desarenado en La Herradura, pues, según ellos, hubo "mala suerte porque un olón y una llegada de mar potente y fuerte desmaquilló la situación".
ESTRATAGEMA. La respuesta de Fuerza Social no se hizo esperar. El teniente alcalde, Eduardo Zegarra, propuso que Valenzuela dejara de lado su moción para retirarle la confianza a los funcionarios municipales, pues, según argumentó, sólo la alcaldesa Villarán, y no los regidores, podía ejecutar esto. También indicó que FS no se oponía a que se discutiera la obra de La Herradura, pero sin sancionar a nadie.
Luego de algunos minutos de debate, la regidora de FS Marisa Glave presentó lo que sería una carta bajo la manga: una moción para que se debata, en su conjunto, los pormenores del proyecto de La Herradura.
Incluso el arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos, responsable de la obra, se encontraba allí para dar las explicaciones del caso. Luego de ello, se pasó a un cuarto intermedio para que los concejales se pongan de acuerdo.
Después de cinco minutos se reanudó la sesión y se sometió el pedido de Valenzuela a votación. Entonces, los regidores de FS no dudaron en votar en contra de la iniciativa del PPC.
Enseguida, como si todo estuviera estudiado, Villarán se retiró de la sesión y dejó a Eduardo Zegarra en su lugar. En ese instante, Glave decidió dar marcha atrás con su propuesta y la retiró. La estratagema estaba consumada.
Así la situación, el concejo metropolitano se lavó las manos y no investigará en lo que queda de este año el arenoso tema de La Herradura, sin duda una piedra más en la que se apoyará el posible pedido de revocatoria de Villarán el 2012.
RECLAMOS. A la bancada del PPC no le quedó más remedio que retirarse de la sesión en señal de protesta por la jugarreta de FS.
Al respecto, el regidor pepecista Alberto Valenzuela manifestó que "se dijo que esta (La Herradura) era la obra emblemática de Susana Villarán, pero vemos que no puede ser el mejor ejemplo de obra pública ni puede ser la primera intervención de lo que se viene en la Costa Verde".
Añadió que la donación de arena que recibió Emape para la mencionada playa no puede ser un acto simbólico, sino que debió ser un acto legal y, por lo tanto, pasar por el concejo metropolitano para su aprobación.
Enfatizó que lo que se ha hecho es una obra sin los estudios técnicos necesarios y que han dejado a La Herradura como una playa de estacionamiento, sin posibilidad de que el público disfrute del mar.
Por su parte, el concejal Edgardo del Pomar dijo que su bancada siempre ha estado dispuesta a apoyar todo lo bueno que se pueda hacer a favor de la ciudad, pero que con lo acontecido en La Herradura queda en evidencia que no había un plan de gestión ni los equipos necesarios para la ejecución de obras.
"Se ha llevado a cabo una estrategia para evitar que por este caso de La Herradura se retire del cargo a los responsables", afirmó ante la prensa.
BUSCAN REVOCATORIA. Por su parte, Eduardo Zegarra, teniente alcalde de Lima, declaró que el tema de desarenado en la playa La Herradura se está utilizando como parte de una campaña de desprestigio orientada a la revocatoria de Susana Villarán.
"Estoy absolutamente seguro de que hay intereses detrás de la revocatoria. La revocatoria significaría sumir a Lima en el caos y el desorden, cuando lo que necesita urgentemente la ciudad es orden y autoridad, como lo está haciendo Susana Villarán", expresó.
Zegarra añadió que sobre La Herradura no hay nada que esconder y el pueblo debe saber que es sólo una parte de un proyecto mucho más grande, que es la recuperación integral de la Costa Verde.
"La inversión que se ha hecho en La Herradura no era en el arenamiento sino en el malecón, las pistas, el equipamiento y el embellecimiento de la zona", precisó.
AL CONGRESO. Por su parte, el titular de la Comisión de Fiscalización del Congreso, Martín Belaunde, anunció que ese grupo evaluará citar a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, para que responda por las obras de remodelación en la playa La Herradura.
Ayer el parlamentario realizó una inspección del balneario chorrillano y cuestionó que "la obra se hiciera al revés", pues -según dijo- no se hicieron estudios previos, con lo cual se pudo evitar que la marea se llevara la arena que la comuna capitalina depositó en La Herradura como parte de la remodelación de la playa el jueves último.
"Hemos venido a hacer una inspección somera y hemos visto que estas obras arquitectónicas ni siquiera están acabadas, no hay ninguna escalera terminada. Y lo más importante es que la obra se hizo al revés. Debió empezar por el estudio de las mareas, de las corrientes, y después se debió hacer un análisis del agua a lo largo del tiempo para ver en qué medida la contaminación de La Chira influye sobre La Herradura porque una playa tiene que ser sana y segura", afirmó.
CONTRALORÍA. Mientras tanto, los regidores del PPC han solicitado a la Contraloría General de la República que agilicen las investigaciones sobre el controvertido enarenado de La Herradura -que fue flor de un día- para que se pueda sancionar a los responsables de tamaño despropósito.