Trial

Por Rafael @merkabici

El trial , es uno de los deportes más mágicos que se pueden practicar con una bicicleta, el derroche de agilidad y adrenalina de los competidores, contagia a todos los asistentes y la velocidad pasa a un segundo plano. Se trata de hacer con la bicicleta, los más impensables trucos de equilibrio, saltos y volteretas. El objetivo es superar diferentes obstáculos naturales o artificiales (rocas, ríos. vallas, rampas, escaleras, etc), en un recorrido determinado, limitando a la vez el tiempo y la cantidad de sanciones; y la magia está en pasar por todas las zonas de obstáculos sin poner los pies en el suelo para estabilizarse.

Quienes lo practican concuerdan en que la diversión es lo máximo, pero lo que más llama la atención es que también a los deportistas les pesa sobre sus hombros la responsabilidad por cumplir los retos.

El Trial es el deporte en bicicleta más técnico que existe: Se necesita fuerza, equilibrio y precisión para lograr con éxito todos aquellos trucos de balanceo requeridos. Es exigente, porque cada participante tiene una tarjeta de puntuación donde se indican el número de sanciones luego de cada prueba. En cada zona de obstáculos, se pueden tener hasta 5 puntos de penalización. El ganador, es quien acumule menos penalidades, después de haber pasado todas las zonas.

Este deporte extremo nació en España y desde allí se expandió alrededor del mundo. Se derivó del Trial en motocicleta. El concepto de Trial fue ideado por Pere Pi, un deportista catalán, reconocido por ser el único campeón español de Trial y velocidad. Pere, intentó inculcar a su hijo el amor por las motos, pero el niño prefirió las bicicletas, y fue así como diseñó una bicicleta mezclada con las características de las motos de Trial. Actualmente, su hijo es el también famoso Ot Pi, considerado como el mejor corredor de Trial del mundo, siendo 12 veces campeón mundial en esta disciplina. Padre e hijo, bautizaron a aquella disciplina como Trial sín (trial sin motor) en 1980.

Sin embargo algunos aseguran que el Trial nació el mismo día que nació la bicicleta, cuando aquellos sacerdotes y carteros rurales españoles, que en la primera mitad del siglo XX iban de pueblo en pueblo por caminos casi impracticables, ya sin saberlo, estaban practicando Trial. Y de seguro que casi todos los que han tenido una bici lo han hecho, como cuando bajan una acera, un par de escaleras o, cuando como mínimo, lo han intentado hacer.

La magia del Trial, (mezcla de deporte y espectáculo), se da en el fantástico momento en que hombre y bicicleta se funden en uno solo, suspendidos en el aire. Aquí los más audaces, demuestran su talento y su buena estrella. Porque también ha habido casos lamentables, como la bien conocida la historia de Martyn Ashton, piloto británico de Trial y autor del fenómeno viral más importante de los últimos años, “Road Bike Party”, quien quedó en silla de ruedas por una caída practicando Trial.