ayer se celebro en la Sierra de Cádiz el mítico Titán, tras no poderse hacer el año anterior por estar diluviando la noche previa y a la hora de la salida, este año hemos hecho la versión mas larga de la prueba con 4 kms a nado, 120 de bici y 30 de carrera a pie. Si el Titán normal es duro de por sí con las distancias de ayer rozamos la locura.
Era mi décima participación y tenía decidido que sería la última, sabiendo que iba a ser mi última vez hizo que el día de ayer fuera un día muy especial y emotivo.
No llegaba todo lo preparado que hubiera querido por una lesión en el tendón de aquiles pero si con lo suficiente para saber que podía acabarlo. Con una puesta a punto de un mes y yendo un poco al límite con los entrenos y plazos ayer tuve suerte y todo salió de maravilla, se puede decir que el titán fue condescendiente con un viejo amigo.
En el Titán hay un espíritu común a todos los participantes, organización, público y voluntarios que hace que junto a la dureza y belleza del entorno esta prueba sea mas que un evento deportivo conviertiéndola en una experiencia única e inolvidable, quien ha hecho un Titán sabe perfectamente a que me refiero.
Hace 11 años éramos 42 locos en la línea de salida, la prueba los primeros años sobrevivía a duras penas y tras un 2014 muy complicado ayer el Titán renació con todo su esplendor, ayer fue un día único que la prueba merecía.
Tras reponerme y ya mas tranquilo estuve junto a los compañeros esperando hasta que llegará el último de nuestros conocidos, rato que aprovechamos para compartir la experiencia con el resto de Titanes, nuestra particular fiesta.
Finalmente y ya de noche decidimos que ya era hora de volvernos y decir adiós para siempre.
El titán siempre estará en mi corazón y forma parte de mi vida, hace 11 años acabar el Titán hizo que volviera a creer en mi
, nunca lo olvidaré.
Agradecer a todos la ayuda y ánimos en todos estos años, ha sido algo increíble e irrepetible.
si os gustan los retos, no os lo penséis mucho y soñar con ser Titanes.
Dedicados a mi Padre y mis tres pequeños.
Larga Vida al espíritu del Titán.
Hasta siempre amigo
Manuel Olmo