Con el mismo peinado y los mismos vestidos, las trillizas brasileñas Rafaela, Rochele y Tagiane subieron juntas al altar para dar el 'sí' a sus respectivos novios y cumplir con su sueño de infancia.
"Entramos todos juntos hasta la mitad de la iglesia. De ahí yo iba a llevarlas de a una al altar", contó Pedro Beni a la televisora Globo.
Las novias tenían una veintena de personas para ayudarlas en su preparación y 18 padrinos el día de la boda, que se vistieron con tres colores distintos para diferenciarse.
Las novias pasaron más de seis horas en la peluquería alistando peinado y maquillaje para el momento decisivo. Todo idéntico, porque tienen los mismos gustos.
"Hicimos una prueba antes, con dos modelos distintos de peinado y maquillaje, pero finalmente a todas nos gustó lo mismo", contó una de las hermanas.
Después de la ceremonia, los anillos y los besos para sellar el enlace, vino la fiesta. Entonces, las más felices eran las amigas de las novias: tenían tres oportunidades para quedarse con un ramo.
AFP