Descubre el secreto que se oculta en el valle del Baztán. A orillas del río Baztán, la aparición del cadáver de una adolescente obliga a la inspectora de homicidios Amaia Salazar a regresar al valle en el que nació y del que lleva toda su vida huyendo. Este será solo el principio de una historia apasionante en la que los seres legendarios del Norte conviven con crímenes aterradores.
He leído varias veces a personas diciendo que los libros se pueden leer de manera independiente. Teóricamente, se podría. Pero yo no lo recomiendo, porque se hacen muchas alusiones entre ellos y la verdad es que aunque los casos son individuales, hay un caso grande que engloba los tres libros, por lo que el tercer libro tiene un nexo final común para el que es necesario leer los primeros libros. Además, las relaciones interpersonales también se van desarrollando a lo largo de la trilogía, especialmente una muy importante de nuestra protagonista, que se va desvelando poco a poco a lo largo de las novelas, por lo que mi recomendación es, sin duda alguna, leer los libros en su orden correspondiente.
Es interesante conocer a los personajes, aunque hay dos que resultaron bastante molestos. Uno es, de hecho, nuestra protagonista. Me pasa mucho el no lograr congeniar con el o la protagonista, y en este caso ha sido así. Aunque siento empatía por ella por su pasado, la verdad es que me me pone muy nerviosa y la veo demasiado egoísta, no me termina de convencer. Siempre antepone sus prioridades a las de su familia, su marido, y eso es algo que no me ha gustado más que nada porque después va dando lecciones de moralidad sobre su hermana Flora. Que sí, que tiene sus cosas y no es una hermana al uso, pero no me gusta la sensación que me transmite de: todo lo mío bueno, pero lo que no acepto, malo.
El otro personaje que no me ha gustado ha sido James, el marido de la protagonista. Hacía mucho que no conocía un personaje tan florero, y eso que en el tercer libro lo intenta cambiar un poco. Madre mía, es que no hace nada en todo el libro, y no me lo creo. Es demasiado perfecto, sin fallos, y eso no me gusta en una persona, aparte que lo veo imposible. Su único papel es el de mantener contenta a Amaia y perdonarle y aceptarle todo. Nada, no me ha gustado.
Otra pega que le pongo es que en el tercer libro me ha dado un poco la sensación de que había algunos personajes a los que la personalidad les había cambiado y que no actuaban como acostumbran, pero también reconozco que es que el tercero me parece el libro más flojo. El mejor, sin duda alguna, para mí ha sido el segundo. Me pareció el más completo. Y el peor, el tercero, un poco cogido con pinzas y realmente no resuelve todos los cabos sueltos y lo deja un poco abierto.
En definitiva, sí, es una trilogía que merece la pena leer y que, aunque en mi opinión no merece las cinco estrellas y es verdad que ha tenido publicidad mediática, como amante del género sí que la recomiendo. Pero tiene sus pegas y el final me parece algo previsible y forzado, además de incluir un romance totalmente prescindible.